El doctor Claudio Luanco inventó las fiestas del Bollo hace 125 años. Era 1893, cuando se patentó la Coca-Cola, un tiempo en que Cuba seguía siendo provincia española. El actual rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda (Verdicio, Gozón, 1955), será el encargado de mantener en unas semanas esa tradición, al hacerse cargo del pregón. La cita será en el hotel Palacio de Ferrera durante la noche (22.00 horas) del sábado 31de marzo.

La Cofradía del Bollo desveló ayer que el catedrático de Química Física gozoniego se encargará de presentar unas fiestas con tanto peso en la memoria avilesina como en la del resto de la comarca y Asturias. El docente e investigador, siendo de Verdicio, estudió Bachillerato en el Instituto Carreño Miranda. "Sus vínculos con Avilés son más que evidentes", destacó Benjamín Lebrato, presidente de la Cofradía.

Y es que a García Granda le adornan virtudes sobradas para encargarse del pregón. Hablará ante los comensales tras la presentación que hará de él profesor Julio López Peláez, que ya probó suerte como presentador del Bollo en otras ocasiones. Entre esas virtudes del Rector destacan que ha dirigido 18 tesis doctorales, que su actividad investigadora ha sido evaluada positivamente con seis sexenios, el máximo posible y que le han sido reconocidos siete quinquenios de actividad docente.

O sea, que el peso de García Granda es grande en la institución académica asturiana y en el resto de España. Prueba de ello es que, antes de ser Rector, fue secretario del departamento de Química Física y Analítica de 1990 a 1994; vicedecano de la Facultad de Química de 1998 a 2008; coordinador del Comité Interno de Evaluación de la Licenciatura en Química; presidente de la Comisión de seguimiento del Plan de Mejoras de la Titulación de Química y miembro de la Comisión de la elaboración del Grado en Química en 2008; creador del Servicio Científico Técnico de Determinación de Estructuras Cristalinas por Difracción de Rayos X y director del mismo durante más de veinte años.

Todo un lujo para el pregón de la Cofradía del Bollo, que sigue al pie del cañón para que las fiestas con mayor raigambre conserven su fortaleza.