Los vecinos del barrio de La Vallina denuncian el abandono de cuatro burros en un solar, próximo al campo de fútbol de Miramar. "Los animales están en muy mal estado. Llenos de garrapatas y duermen a la intemperie, con el frío y la lluvia, es muy triste", se quejan los residentes en la zona. El asunto está en conocimiento el Ayuntamiento de Gozón desde ayer por la mañana. Según el gobierno local, la problemática ya está en manos del Seprona. "Es un reflejo del problema de no tener un albergue para animales abandonados", explica Arancha Peláez (PSOE), teniente de alcalde.

Según los vecinos, los burros están en mal estado y llegan a pasear por las aceras. Las malas condiciones higiénicas, se quejan, también afectan a los animales domésticos del barrio. "El lugar está lleno de garrapatas, es imposible salir a pasear con los perros, porque se llenan de bichos", aseguran los afectados. "Es raro que haya esta clase de ácaros en invierno, así que imagínate cómo tienen que estar los pobres animales", critican.

Por su parte, el Ayuntamiento de Gozón ve una salida complicada al problema. "Al no tener albergue para animales abandonados, resulta difícil proceder con ejemplares de tamaño grande", apunta Peláez. La "número dos" del Consistorio confirma que este será uno de los temas que tratarán en la reunión del consorcio para la constitución del albergue de animales, con el que se pretende dar servicio de recogida a animales domésticos abandonados. Precisamente, Gozón ya ha manifestado su intención de adscribirse a este acuerdo, una vez esté formalizado de manera oficial por los responsables.

Mientras tanto, los vecinos del lugar no sólo están preocupados por la salud de sus mascotas sino también por la integridad de los burros. "Por las noches, emiten sonidos lastimosos. Se ve que están sufriendo y es normal, porque por de noche, hace frío y encima ahora con las lluvias deben de estar pasándolo muy mal. Se les ve en el pelaje, que no están bien", aseguran. Los residentes también tienen queja con el estado de los solares, por un déficit de cuidados. "La maleza llega a invadir la calle y se llena de barro y excrementos, es una zona insalubre, sobre todo, para los niños pequeños", comentan.