Iris Suárez es una joven llena de esperanza. La corverana de 16 años, a la que le diagnosticaron leucemia linfoblástica el 24 de septiembre de 2016, acaba de empezar con un tratamiento de quimioterapia, previo al trasplante de médula para el que ya tiene donante, gracias a una campaña de sus padres que llenó de solidaridad la comarca. "Es un pasito más en la recuperación. Van a ser cuatro semanas muy duras, pero si todo sale bien, podrán programar el ansiado trasplante", explica su madre, Ana Belén Trelles, desde el HUCA.

El proceso no será sencillo. "La quimioterapia va a ser muy dura. A ver cómo la resiste", se preocupa Trelles. "Una vez que supere el tratamiento, especialmente agresivo, tendrá que recuperarse unas semanas más. Calculo que si todo va bien, en dos meses podrán proceder a darle una médula nueva", concreta.

Por ahora, la pequeña Iris se encuentra animada. "Se enfadó un poco por volver a ingresar, pero bueno, está cantando. Me ha quitado la tablet y se ha puesto a mirar canciones", comenta su madre. Regresar al HUCA no fue el agrado de la adolescente: "Desde el último ingreso hasta el de ahora, sólo hemos estado en casa tres semanas". A cuatro días de cumplir 16 años, Iris Suárez recibió el mejor regalo: encontró un donante de médula. Según los especialistas, se trata de una médula idónea para su caso. Tanto es así, que la joven, con síndrome de Down, podría recuperar la calidad de vida que tenía antes. "Esto es un pasito más, en una carrera muy larga. Ahora ya vemos una ventana de esperanza", finaliza su madre, llena de ilusión ante la nueva etapa.