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La mariachi todoterreno

La violinista Laura Álvarez compagina las rancheras, con la música clásica y las zarzuelas

Laura Álvarez, en las fiestas de Oceño (Peñamellera Alta).

Si mezclas en una coctelera rancheras, añades un poco de violines, remueves con zarzuelas y agitas con una pizca de inspiración "made in" Joaquín Sabina, el resultado es la mariachi Laura Álvarez. Con 22 años, esta avilesina le da a todo musicalmente hablando. Pero desde hace un año, por inspiración paterna, disfruta de lo lindo cantando "a la mexicana" en el grupo Mariachi Hispanoamericana, una banda multicultural que recorre toda Asturias, imprimiendo su sello propio en "El Rey" o "Jalisco, Jalisco". "Improvisamos muchísimo, lo hacemos a nuestra manera, a veces veo que los músicos ni siquiera miran las partituras", expone como ejemplo de que su formación tiene sonido propio.

Laura Álvarez siempre escuchó rancheras en su casa. "Mi padre me las ponía. Desde pequeña me fue entrando el gusanillo por ese sonido tan característico", apunta. Su gusto por el folklore mexicano lo compaginó con el violín en el conservatorio. Y en el punto de unión entre la música clásica y las rancheras, si es que eso existe, surgió la oportunidad. "Entré en la banda un poco por rebote. El padre de un amigo de mi hermano me comentó que hacían pruebas. Fui y me cogieron. Ahora, me encanta", comenta matizando e insistiendo en que su particular desempeño sonoro "es una gran casualidad".

Desde entonces, viaja por Asturias imprimiendo sabor de México allá por donde pisa. Algo que no le parece muy complicado. "En la región, el gusto por las rancheras es tremendo. Al final, fuimos una zona de inmigración y la gente mayor inculcó el gusto por este estilo a sus descendientes", describe. En su periplo, guarda anécdotas memorables pero la primera que le viene a la mente aconteció el verano pasado, en la parroquia de Tielve, en el concejo de Cabrales: plenos Picos de Europa. "Se nos quemó uno de los coches a seis kilómetros de llegar al pueblo. Imagínate ir cargando con las mesas y los instrumentos por esas carreteras", rememora divirtiéndose.

Laura Álvarez es una navaja suiza de la música. Y es que a parte de su vena mariachi, se encuentra ensayando para interpretar la zarzuela "La malquerida", los próximos 12 y 14 de abril en el teatro Campoamor, en Oviedo. Sigue tocando la música clásica que aprendió de su paso por el conservatorio y todo ello en los ratos libres que le deja la carrera de Filología . Sólo tiene una espina clavada: la tuna. "Sigue siendo masculina, es una pena que las tradiciones pesen tanto", afirma.

Para el futuro, aspira a ser profesora de Lengua pero sabe que cualquier cosa estará bien mientras haya música de por medio, si es de Joaquín Sabina, mucho mejor, porque "es su inspiración", reconoce Laura Álvarez, la mariachi todoterreno que le da también a las zarzuelas.

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