Treinta policías locales y catorce guardias de seguridad controlaron ayer que el plato fuerte de las fiestas del Bollo, la Comida en la Calle, se desarrollase en orden y con tranquilidad. El grueso del dispositivo se centró en el parque de Ferrera, donde cada año se reúnen miles de jóvenes. El puesto de control avanzado se instaló en la calle del Marqués.

"En el parque controlamos los accesos para evitar el acceso con cristal y objetos peligrosos y el consumo de alcohol por parte de menores. Los equipos de intervención de Cruz Roja se encuentran en Cervantes y la avenida del Marqués", explicó el inspector Santiago Osorio.

El parque de Ferrera quedó completamente vacío a las siete tarde y no hubo incidencias reseñables, indicaron desde la Policía Local. El pulmón verde de la ciudad permanecerá cerrado hasta que concluyan las labores de limpieza.