"Tres, dos, uno... menea la chapa, que vibra", chillan los 30 chavales que forman un corro en el quiosco de la música del parque del Muelle para dar el pistoletazo de salida a una de las "batallas de gallos", después de haberla pactado en redes sociales. Dentro de ese círculo, donde reinan la cerveza y el humo, están metidos Leandro Bonilla y Sergio Martínez, afilando su improvisación para deshacer el empate de su anterior pique con el grupo "Catástrofe Narrativa", que integran Borja Suage y Alejandro Delgado. Vomitan rimas como esta:
-"Venga tranquilito, me lo dejo pa luego. No puedes conmigo, en serio, te mata el ego. Tú antes me ganaste, ahora estás en mi juego".
Sin solución de continuidad, Suage coge el guante y, como una ametralladora gatling, escupe sílabas. Sus palabras encajan como la última pieza de un puzzle en la base musical emitida por el altavoz que los propios raperos han traído al parque. Dice:
- "Tu dices que estoy en tu juego. Pero yo al instante te doblego. Quieres dominarme. Eso te queda grande".
Con cada intervención, los espectadores miden la originalidad en gritos. Cuantos más "¡ohs!" altos y prolongados, mejor ha sido la ocurrencia. A menudo, las rimas tratan de ridiculizar al adversario, casi de cualquier manera posible . Y el público finge escandalizarse, aunque realmente ya sabe de qué va la historia.
También los hay que acompañan sus gestos de admiración llevándose las manos a la cabeza. Es el caso, por ejemplo, de Pablo Gómez, que afirma que "en el Muelle se mezclan raperos con mucha experiencia con otros que tienen menos". "Eso sí, el objetivo es divertirse", explica unos segundos antes de que dos participantes se fundan en un abrazo amistoso, al finalizar la batalla. Nadie se ofende.
Las batallas de gallos funcionan como una especie de torneo de fin de semana. En la cuenta de Instagram que gestiona Alejandro Delgado, se pactan los participantes, la hora y el lugar, que suele ser el parque del Muelle, la Grapa o la explanada del Niemeyer. "Se llevan celebrando desde hace varios meses. La asistencia varía mucho, pero últimamente está viniendo más gente. El nivel cada vez es más alto", informa Menéndez. Lo dice porque en la que se celebró a principios de marzo, se acercaron raperos procedentes de Sama de Langreo y Gijón, con cierto nombre en el mundillo, y que responden a los A. K. A.'s (algo así como su nombre artístico) de "VDK" y "JDR", respectivamente.
Su ingenio no pasa tampoco desapercibido entre los paseantes, como por ejemplo, Gloria López, una mujer de 87 años, que cuando escuchó las rimas de "Catástrofe Narrativa" se quedó sorprendida: "Solo puedo aplaudirles. Hay que ser muy inteligente para rimar tan rápido".
