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La integración de servicios eclesiásticos no elimina parroquias, dice el Arzobispado

"Avilés ya es, toda ella, una unidad pastoral que trabaja sumando fuerzas y compartiendo proyectos", recalca una portavoz de la Iglesia asturiana

La iglesia de San Nicolás de Bari. MARA VILLAMUZA

La fusión de servicios eclesiásticos de los templos de San Nicolás de Bari, Santo Tomás de Cantorbery, Versalles y San Juan de Ávila -creación de una "unidad pastoral" en palabras de la Iglesia- de la que ayer informó este periódico "en absoluto elimina las parroquias y cada una sigue trabajando de forma independiente", aseguraron ayer desde el Arzobispado de Oviedo. "No existe ninguna gran fusión de parroquias. Nunca se ha hablado de ello", añadieron los portavoces oficiales del clero. De lo que sí se ha hablado -en al menos dos consejos parroquiales- es del modo de racionalizar acciones comunes dada la ausencia de curas. Un ejemplo de esto son las celebraciones de la palabra en sustitución de las misas, una realidad en Avilés desde hace meses.

El clero asturiano lleva algo más de dos décadas hablando de unidades parroquiales de acción pastoral (UPAC), un proyecto que se ha ensayado con éxito en el medio rural y que entró en Avilés por los barrios del sur, En 2013 se formó la primera unidad parroquial de la comarca de Avilés: la de Trasona, Solís y Cancienes. Por su parte, La Luz, Molleda y Villalegre trabajan de forma conjunta con El Pozón. Y todas juntas colaboran desde hace al menos dos años: "Avilés ya es toda ella una unidad pastoral. Lo es por la propia idiosincrasia de la ciudad", añadieron desde el palacio episcopal.

El Arzobispado reconoce que la universalización de las UPAC "hace que la gente vaya a misa, a los oficios o a los actos religiosos, en ocasiones, a distintas parroquias".

Para el Arzobispado "una unidad pastoral existe para trabajar sumando fuerzas y compartiendo proyectos, para sumar recursos y unificar criterios de actuación". La cúpula católica asturiana explica este modo de trabajar en Avilés "no por la falta de sacerdotes ni mucho menos de fieles, sino por todo lo positivo que conlleva trabajar juntos". El caso es que en el arciprestazgo de Avilés existe medio centenar de parroquias y no en todas hay un párroco residente.

Respecto a la propuesta de que se esté estudiando el nombramiento de un párroco moderador -un sacerdote que tenga la última palabra cuando existan divergencias en la puesta en común del trabajo parroquial- el Arzobispado señala que "no existe" y que tampoco "se ha hablado sobre ello en ningún momento; para eso está la figura del arcipreste".

Los portavoces oficiales del Arzobispado señalan que "las catequesis para los niños seguirán impartiéndose en cada parroquia". Y apostillan: "Otras realidades, como la catequesis de adultos o los cursillos prematrimoniales son comunes, algo que no es nada nuevo, pues se viene haciendo desde hace tiempo". Finalmente, apuntan: "Tampoco se fusionarán los horarios de las misas".

El inicio de los trabajos de racionalización de los servicios eclesiásticos entre Santo Tomás de Cantorbery, San Nicolás de Bari, Versalles y San Juan de Ávila fue recibido con expectación en medios parroquiales. Cáritas ya trabaja de forma unificada desde hace años. La tarea que tiene la iglesia de Avilés es larga y los cambios en los usos y costumbres, profundos. Obligará a colaborar conjuntamente sin menoscabar la identidad de cada uno de los templos implicados. Los dos templos principales de Avilés atienden a algo más del veinte por ciento de la población del concejo. El arciprestazgo de Avilés se extiende por los concejos de Avilés, Castrillón, Corvera, Gozón, Carreño e Illas. El municipio con más templos es el de Avilés (16). Tras él, Gozón (12), Carreño (10) y Castrillón (9). Corvera, por su lado, cuenta con siete iglesias e Illas con dos. O sea, Vicente Pañeda, que es el titular comarcal, anima la pastoral en 56 parroquias.

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