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Un cura en tierra hostil

El sacerdote indio Niddhin Francy se despide de Avilés tras la Semana Santa

Niddhin Francy, en la iglesia de San Nicolás de Bari. RICARDO SOLÍS

El sacerdote Niddhin Francy (Quilon, India, 1985) asegura que en su tierra son "pocos los católicos, apenas el 18 por ciento de la población". Niddhin Francy viene del estado de Kerala. Allí viven algo más de treinta millones de personas. Así que lo de "pocos" es una cuestión relativa. Ha pasado la Semana Santa y las fiestas del Bollo en Avilés y ahora regresa a Navarra, donde debe terminar sus estudios de Historia de la Teología. "A finales de julio me vuelvo a India", promete.

Francy se ordenó en 2012 y cuatro años después viajó a España. "No he aprendido español todavía", se lamenta. Lo cierto es que lo chapurrea. Y así se desmelena en Avilés, la ciudad que conoció el verano pasado y a la que ha regresado estos últimos días de vacaciones. "Vengo, ayudo un poco en la iglesia y conozco la ciudad", señala. Se ha alojado en sus dos estancias en Asturias en la casa rectoral de San Nicolás de Bari. Alfonso López Menéndez, el párroco titular, se doctoró en Navarra. "Me pidieron que lo acogiera un tiempo", explica el sacerdote.

Ser católico en Kerala es una cosa, cuando menos, exótica. "Y un poco peligrosa", confirma Francy. Dice que los hindúes los persiguen. Más de la mitad de la población de Kerala practica la religión hindú; el 27 por ciento, son musulmanes. "Nosotros, el 18", insiste. La hostilidad, según relata, viene, sobre todo, por parte de los militantes hindutva, o sea, los radicales nacionalistas. "Ahora, también los comunistas", añade el párroco de la iglesia de la Santa Cruz de Tangasseri, la ciudad en la que el cura indio de San Nicolás de Bari ha estado desarrollando su actividad pastoral antes de su estancia española.

"Allí, en Tangasseri, tenemos un muro de un castillo que levantaron los portugueses en el siglo XVI", señala. "Sólo un muro". Las huellas portuguesas en el subcontinente asiático explican la presencia de católicos tan lejos de los núcleos más tradicionales. Sin embargo, Francy lleva este origen mucho más atrás. "Al siglo III, por la influencia del apóstol Santo Tomás", dice. Los cristianos de Santo Tomás son los mismos que los sirio-malabares. En todo caso, una minoría. "Los musulmanes de Kerala llegaron en el siglo IX", añade el sacerdote que atiende a LA NUEVA ESPAÑA.

La beca

Explica Francy que la presencia de católicos en Kerala está garantizada. "En el norte, sin embargo, no". La tierra del cura indio en Avilés da al mar Arábigo, es decir, fue el vestíbulo que recibió a los europeos que siguieron los pasos de Vasco da Gama. "Llegué aquí, a España, gracias a una beca", apunta el sacerdote que conversa ayudado con su portátil conectado a un traductor en línea. Las cosas están cambiando. "Aterricé en España en junio de 2016. A primeros de este mes de julio vuelvo a casa", especifica.

Los dos años de Niddhin Francy en España tienen dos partes bien diferenciadas: la de Navarra y la de Asturias. "Aquí, en Asturias he sido verdaderamente feliz", afirma. "En Pamplona la cosa es más triste", añade. La alegría avilesina la vivió -y por largo tiempo- durante la Comida en la Calle. Hasta las tantas. En Semana Santa había acompañado a Alfonso López Menéndez en las distintas procesiones que partieron de San Nicolás de Bari. Todo por grabar en su memoria (y en el vídeo de su móvil) el que dice estar siendo el mejor tiempo de su vida.

No es el primer cura de su familia, que está llena de profesionales liberales. "Los católicos de Kerala no forman parte de una sola clase social", explica. Hay pobres, ricos, pero "sobre todo, clase media". Los templos cristianos son tanto los "históricos", los que levantaron los portugueses, como pequeños locales en barriadas.

Ser católico en Kerala es difícil. "Tenemos curas formándose en Alemania, en Inglaterra, en Canadá, en Australia..." Niddhin Francy está, de momento, en España. Trabajo no le va a faltar cuando regrese a su hogar: colegios, hospitales, escuelas... Y, sobre manera, su propia parroquia.

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