No hay perro que se resista a la tijera de Ana Belén González Velasco (Piedras Blancas, 1982). Esta castrillonense, que ha hecho de su pasión por los animales su profesión, es una reconocida peluquera canina que compite por todo el mundo y que en 2014 se convirtió en la quinta española en conseguir la medalla de oro del campeonato de peluquería canina "Ciseaux d'or", uno de los más prestigiosos del mundo. Desde hace apenas dos meses es vocal de la Federación de Peluqueros Caninos de España, que organiza este fin de semana en Avilés su primer campeonato nacional. Ella también será examinada. Aspira a conseguir el título que le permitirá ejercer como jueza en concursos caninos.
A la pequeña Ana Belén González nunca le dejaron tener mascota. "Mi madre nunca quiso perros en casa. Somos cuatro hermanos y todos tenemos ahora animales", relata entre risas. Tiene cuatro canes: dos caniches ("Brisa" y "Darky"), un westie ("Alborada Grim") y un schnauzer ("Nero"). Ellos son los "peludos" de sus ojos, pero trata con el mismo mimo a todos los que pasan por sus manos desde que se adentró en el mundo de la peluquería canina. Fue en 2008, de la mano del también castrillonense Juan Alberto Fernández, con el que realizó las primeros prácticas. Previamente trabajó como administrativa durante cuatro años, tras realizar un módulo. Pero siempre tuvo claro que lo suyo eran los animales. Se preparó como auxiliar de veterinaria en una academia de Oviedo y lo intentó con la peluquería "por probar". Ahora, es su vida.
La castrillonense ha regresado a su tierra tras pasar varios años en Barcelona, donde trabajó con "uno de los más prestigiosos criadores de westies del mundo, Jesús Pastor". Se especializó en el peinado de esa raza y en "stripping", el renovado del manto del perro con una técnica completamente manual. Fue entonces cuando comenzó a competir y a presentarse a concursos nacionales e internacionales y como llegó a la competición de Montpellier (Francia), donde se alzó con la prestigiosa "Tijera de oro". El perro mejor peinado del campeonato fue el suyo, "Alborada Grim", un west highland white terrier que alquiló para el concurso y que acabó comprando porque le robó el corazón. Ese premio le abrió las puertas de una de las más reconocidas peluquerías caninas del país, "Style Dogs", donde se fue especializando en más razas y técnicas (también ha ganado medallas por sus peinados de la raza kerry blue a tijera).
Los puntos que fue acumulando en cada campeonato la llevaron a competir con la Selección de España de Peluquería Canina en Italia, en 2015. Ella se llevó a su westie, y su equipo el tercer puesto. Además, la castrillonense quedó tercera en categoría individual y fue la mejor de la selección española. Un éxito más para su palmarés.
Este 2018 ha regresado a casa. Se ha incorporado como peluquera canina en una clínica veterinaria de la calle La Cámara de Avilés y se ha convertido en la portavoz en Asturias de la Federación de Peluqueros Caninos de España, de reciente creación y con sede en Almería. "Nuestro objetivo es conseguir regular esta profesión, que está un poco manga por hombro. Estamos en negociaciones con el Instituto Nacional de Cualificaciones (INCUAL) para conseguir la cualificación profesional y para que se regule la enseñanza. Hoy cualquiera puede coger una máquina, poner una peluquería y decir que es peluquero canino. No es tan fácil. A muchos perros no se le puede cortar el pelo porque se lo estropeas y también la piel. Hay que formarse para hacer esto. Incluso se está permitiendo dar clases sin formación previa", critica.
Esta Federación está asociada con la IGA (International Grooming Association), que apuesta por la excelencia en la enseñanza y en la peluquería canina. "Hacen examinaciones (es distinto a los campeonatos, cada participante compite contra sí mismo) y te otorgan certificados según vas subiendo de nivel. Cuando alcanzas el de tipo A puedes dar seminarios de tu especialidad en tu país. Yo conseguí en Marbella el de stripping", explica la castrillonense, que tiene como próximo reto ser ella la que pone la nota a los peluqueros de sus "peludos".
