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Ni unidos ni mancomunados

La mayor crisis de la Mancomunidad Cabo Peñas ha llegado en el momento en que el mismo partido gobierna en los dos ayuntamientos

Jorge Suárez. MARA VILLAMUZA

Bajan las aguas muy revueltas en la Mancomunidad Cabo Peñas, que afronta el período más complicado desde su constitución en diciembre de 1998. Son ya casi 25 años de servicio a los concejos de Carreño y Gozón, pero los últimos siete, más o menos, han sido los más conflictivos.

Pensada como una gran herramienta para mancomunar servicios que beneficiasen a los dos concejos, actualmente tan sólo la piscina de Antromero y el servicio de medicina deportiva cuentan con respaldo de todos los grupos políticos. Si bien el Partido Popular de Carreño ha sido contrario casi desde el inicio a este ente supramunicipal, que quiere disolver a toda costa, no ha ocurrido lo mismo con los populares de Gozón, que se encontraron cómodos casi siempre dentro de la Mancomunidad. Curiosamente, aunque la izquierda ha sido tradicionalmente la más interesada en que el ente mancomunado saliese adelante, incluso dotándolo de más actividad, como la recogida de basura o el abastecimiento de agua, es en estos momentos, con partido de izquierdas en los dos consistorios , el mismo además, el PSOE, cuando se desata la batalla. Éstas son las claves.

Febrero de 2012. Ley Montoro.

No es que tenga la culpa el Ministro de Hacienda, sino que los problemas comienzan con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, la llamada Ley Montoro. Uno de sus objetivos era garantizar la estabilidad de todas las administraciones públicas. Los ayuntamientos se vieron obligados a pedir créditos para pagar a los proveedores y en Luanco, al abrir el cajón de las facturas, aparecieron siete millones de euros en pagos pendientes. Fue necesario hacer entonces un ajuste para afrontar la crisis económica que se abrió en el Consistorio y uno de los gastos a recortar fue la aportación a la Mancomunidad. Empezaban los problemas.

Abril de 2013. Pleno de Gozón.

En el año 2013 llega una fecha clave, que ahora se recuerda de forma recurrente. El 25 de abril, el Pleno del Ayuntamiento de Gozón decide abandonar la Mancomunidad al no aceptarse su intención de rebajar su aportación a la misma en unos 180.000 euros anuales, creando así una organización asimétrica en sus aportaciones. Pero la decisión plenaria no se lleva nunca a la Junta de la Mancomunidad, por lo que no surte ningún efecto y se queda en el cajón. La Mancomunidad sigue adelante.

Mayo de 2015. Elecciones.

En las elecciones municipales de 2015, el Ayuntamiento de Gozón cambia de signo político y el PSOE entra a gobernar con Jorge Suárez como alcalde. Dos alcaldes socialistas en los dos concejos. Parece que todo va a ir sobre ruedas. La Mancomunidad sigue adelante y Gozón, por acuerdo entre las partes, ejerce la presidencia del ente supramunicipal durante los dos primeros años, con Amelia Fernández como vicepresidenta y Gozón comienza a pagar su cuota y a reducir su deuda. El acuerdo es que en junio de 2017 se alternará la presidencia y la Alcaldesa de Carreño accederá a la presidencia. Pero empiezan a aparecer señales de gestión poco clara en mandatos anteriores.

Junio de 2017. Sin relevo.

En junio de 2017 llega el momento de dar el relevo a Jorge Suárez en la presidencia, pero la Alcaldesa de Carreño lo pospone hasta después del verano. El acuerdo en octubre es que se haga cargo de la presidencia en la primera quincena de noviembre, pero Amelia Fernández solicita que se retrase hasta diciembre el cambio en la presidencia. El 20 de diciembre se convoca Junta de la Mancomunidad y se acuerda, con presencia en la misma de la Alcaldesa de Carreño, una nueva Junta para el 3 de enero. Ese día, ni Amelia Fernández ni nadie de su grupo comparecen en la sala ni dan más explicaciones.

Enero de 2018. Petición de dimisión.

La situación en la Mancomunidad llega al Pleno de Carreño, que, a instancias de Izquierda Unida, pide la dimisión de Amnelia Fernández por no cumplir con lo que marcan los estatutos del ente supramunicipal. La petición se aprueba por mayoría absoluta, pero la Alcaldesa no dimite ni asume el cargo de presidenta al asegurar que depende de una decisión personal y no está dispuesta a tomarla.

Abril de 2018. El conflicto.

Con la situación en la Mancomunidad paralizada por el vacío de poder, IU y Somos Carreño piden la convocatoria de una junta extraordinaria para solicitar a Jorge Suárez que continúe al frente del ente supramunicipal hasta el final de la legislatura. A la cita, el 3 de abril, no acuden ni el PP -de los dos municipios- ni el PSOE de Carreño. El día antes, Amelia Fernández hace público un informe de la Universidad de Oviedo en el que se dice, entre otras cosas, que la Mancomunidad está en causa de disolución desde abril de 2013. El regidor de Gozón, contrariado por el informe y por la situación creada, asume la presidencia con la condición de contar con el apoyo de los grupos para que se investiguen todas las irregularidades y pone sobre la mesa las que han desatado la actual crisis: la desviación de una subvención destinada a la Mancomunidad para la compra de una retropala del Ayuntamiento de Carreño, la retención de dinero de subvenciones del Principado al ente mancomunado en cuentas del Consistorio carreñense y la falta de habilitación de la Alcaldesa de Carreño para las veces de tesorera del ente supramunicipal.

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