Hubo sexo, pero las relaciones fueron consentidas. Así se defendió el joven acusado de violar a una chica de 18 años en un piso de acogida de Avilés en el juicio celebrado ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en Oviedo. El procesado, de 23 años y natural de Guinea Konakri, mantuvo ante el tribunal que no forzó a la joven aquella madrugada del 21 de enero de 2017, un relato que no convenció a la acusación pública. La Fiscalía mantuvo la petición de nueve años de prisión y la defensa la libre absolución. La acusación particular, que ejerce el Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Asturias (Cavasym), pide doce años de cárcel. El caso quedó visto para sentencia.

La vista se celebró a puerta cerrada y se prolongó durante más de cuatro horas. Tanto el acusado como la presunta víctima mantuvieron las versiones iniciales. La denunciante sostiene que aquella madrugada de sábado volvía a casa por la calle Rivero cuando dos chicos se le acercaron y la invitaron a casa (un piso de acogida del Quirinal gestionado por una organización no gubernamental). Ella accedió. Una vez en la vivienda, en cambio, dijo que quería irse. Según su relato, el ahora acusado (M. B.) se lo impidió, la agarró y la metió por la fuerza en el cuarto de baño, donde abusó de ella. Las acusaciones mantienen que M. B. cerró la puerta con pestillo y que la presunta víctima golpeó la puerta del baño "como pudo, intentando salir". Esos ruidos llevaron a otro de los residentes en el piso a preguntar qué estaba ocurriendo y a intentar que acusado abriese la puerta del baño. Fue en ese momento, mantiene Fiscalía y acusación particular, cuando M. B. abrió finalmente la puerta y la joven pudo huir de la vivienda.

La joven presentó el lunes siguiente una denuncia en la Comisaría de la calle Río San Martín, un día después de compartir un relato de lo ocurrido en las redes sociales.

En la vista de ayer declararon como testigos agentes de la Policía Nacional de Avilés, dos compañeros de piso de M. B. (había llegado a Avilés 18 días antes de los hechos denunciados procedente de Bélgica, como demandante de protección internacional), médicos forenses, el equipo psicosocial del juzgado y, por videoconferencia, la amiga con la que la joven acudió a presentar la denuncia. Los forenses apuntaron que la joven presentaba un arañazo y un chupetón y los psicólogos, a los que se les pidió analizar la credibilidad del relato y las secuelas de los hechos, no pudieron llegar a conclusiones porque la joven declinó relatarles los hechos, explicaron fuentes próximas al caso.

La abogada defensora, María García Vázquez (del despacho Vázquez & Vázquez), mantuvo que la versión de la denunciante "no resulta verosímil, es ilógica, poco creíble y contradictoria". Así, pidió que prevalezca la presunción de inocencia. Su cliente permanece en prisión provisional desde el 25 de enero de 2017.

Además de la pena de prisión, la Fiscalía solicitó una orden de alejamiento durante una década y el pago de una indemnización a la víctima de 12.000 euros. La acusación particular eleva la indemnización hasta los 18.000 euros.