El Gobierno del Principado asegura desconocer el origen del fuerte y pestilente olor detectado en Avilés y Castrillón el pasado 28 de febrero después de haber realizado las correspondientes indagaciones en empresas e instalaciones susceptibles de generar una nube "fedionda" de semejante magnitud. Así mismo, asegura no tener constancia de que se hubieran producido daños en personas a consecuencia de aquel incidente. Eso dijo el consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, en una respuesta por escrito a una pregunta del diputado de IU Ovidio Zapico sobre el origen del hedor sufrido por muchos vecinos de la comarca, su posible gravedad y las medidas que se adoptarán para evitar nuevos episodios de este tipo en el futuro.

"Dado que no ha sido posible determinar el origen del olor, no es posible adoptar medidas concretas más allá de las actuaciones de inspección y vigilancia ambiental que se llevan a cabo por los servicios técnicos competentes de la Dirección General de Prevención y Control Ambiental", asegura la Consejería en su respuesta al diputado de IU.

Ovidio Zapico se manifiesta "inquieto" por la forma en que Medio Ambiente despacha el asunto del hedor percibido en Avilés hace mes y medio: "El Principado admite que no ha podido encontrar el foco de un episodio que generó alarma, pero lo cierto es que ese día hubo un gas, una sustancia química, en el aire que perturbó a la gente y deberíamos, por lo menos, saber qué pasó. Es comprensible que haya inquietud social".

La Consejería detalla que el pasado 28 de febrero, en torno a las 19.20 horas, el servicio de Control Ambiental recibió un aviso del Servicio de Emergencias del Principado sobre "fuertes olores en varias calles de Avilés". Unos minutos después se contactó con la empresa Arcelor por si hubiera acaecido algún incidente en sus instalaciones de Avilés y la empresa informó de que todos sus procesos se encontraban dentro de la normalidad operativa.

Simultáneamente, dos inspectores ambientales acudieron al lugar de los hechos, pero en ese momento ya no había ningún olor significativo. Se recorrió el área industrial portuaria, Salinas y el entorno de la depuradora de Maqua sin llegar a conclusiones significativas. En días sucesivas se recabaron informes de los ayuntamientos de Avilés y Castrillón, los bomberos, la Guardia Civil, la depuradora de Maqua y las empresas Arcelor, Alcoa, Fertiberia, Asturiana de Fertilizantes y Aleastur, todos inútiles para aclarar el misterio de la procedencia del mal olor.

De cara a una mejor gestión de futuros incidentes, Zapico insta al Principado a reforzar la actuación inspectora ambiental y a mejorar la formación de las personas encargadas de esa tarea. Del mismo modo, el diputado reseña la urgencia de suscribir el "gran pacto ambiental con la industria asturiana", un documento que para IU "debe regular la buena convivencia de las empresas y la sociedad, además de poner por escrito los objetivos ambientales, los plazos y las inversiones necesarias para lograrlos".