La traducción en términos de empleo de la inversión que realiza Du Pont para ampliar su fábrica asturiana de nomex se antoja "pobre" a ojos del sindicato Soma, cuyo responsable en la multinacional, Daniel Vaquero, entiende que "para tratarse de una inversión de semejante calibre hay muy poco reflejo en medios humanos". En concreto, y según los datos que facilitó la empresa, la inversión total en el complejo de nomex -la ya realizada más la pendiente- importa 63 millones de dólares (51 millones de euros al cambio de ayer) y el empleo fijo a crear son quince puestos de trabajo. La proporción es de un empleo nuevo por cada 3,4 millones de inversión.

Vaquero explica que, previsiblemente, "habrá movimientos internos de plantilla y la empresa se valdrá, como es costumbre, de empresas de contratas para la realización de los trabajos menos cualificados; esto da como resultado la escasa repercusión en términos de empleo directo y estable de una inversión importante".

La ampliación de la planta de nomex estuvo aplazada al menos un lustro por diversas vicisitudes, la última el proceso de fusión de Du Pont con Dow Chemical. Ahora que la cúpula de la compañía ha dado luz verde a continuar con el proyecto, la realización de las obras será inmediata y enfocada a acabarlas en 2019. La mayoría de los trabajos pendientes afectan al interior del recinto, que pasará a tener dos líneas de producción: la que fabricará nomex en el antiguo formato (copos cardados que llegan al mercado embalados) y la que lo fabricará hilado y servido a los clientes en bobinas. La idea es que la factoría trabaje determinados días haciendo uno de los productos y, alternativamente, el otro, en función de la cartera de pedidos.

Como ambos procesos productivos tienen un primer tramo común, lo que se da por seguro es que la planta de ICL (cloruro de isoftaloilo) sale reforzada con la ampliación de la de nomex y, previsiblemente, destinará un porcentaje mayor de su producción (que es una de las materias primas del nomex) a cubrir la demanda asturiana.