Euro a euro, cerca de un centenar de mujeres taxistas de diferentes comunidades autónomas -dos de ellas de Asturias-, han conseguido recaudar en el último año 44.000 euros para apoyar la investigación del cáncer infantil. Han alcanzado esta cantidad con la venta de colgantes, pulseras y llaveros hechos por ellas mismas en el tiempo libre, tanto en casa como en los ratos muertos dentro del vehículo que conducen.
Tere García, al volante del taxi número 83 de Avilés desde hace cinco años, y Rebeca Fernández, que conduce en los últimos 17 el número 253 de Oviedo, están volcadas en un proyecto solidario de gran sensibilidad femenina que tiene sus orígenes en 2013. En este año, un grupo de mujeres que comparten la profesión de taxista y también las ganas de ayudar a los más desfavorecidos, pensaron en colocar una hucha en los vehículos, idea que descartaron ante el riesgo de robos. Entonces, decidieron elaborar un calendario que vendían a un euro, precio establecido para los donativos" por tratarse de una cantidad pequeña y al alcance de todos los bolsillos". Tras la búsqueda de una institución en la que depositar lo recaudado, descubrieron la Fundación Cris contra el Cáncer que les dejó "perplejas" al conocer los proyectos que tiene en marcha.
El éxito de esta iniciativa y la satisfacción obtenida por contribuir "con un granito de arena" en la investigación del cáncer las llevó a repetirla al año siguiente. Pero querían avanzar más y emprender un nuevo proyecto que no tuviera el carácter estacional del calendario, centrado en unos meses. Fue entonces cuando surgió la propuesta de elaborar algún objeto con las manos. Nacían así las "Pulseras de la vida". El éxito fue aún mayor y en 2015 recaudaron 36.000 euros, en 2016 pasaron la barrera de los 40.000 y en el 2017 llegaron a 44.000 euros con la venta también de colgantes y llaveros.
Este dinero fue entregado el pasado mes de enero en Murcia y al acto acudieron muchas de las implicadas en el proyecto. "Fue emocionante, te engrandece ayudar y sientes una gran satisfacción", comentan ambas mujeres, para pasar a relatar una de las muchas experiencias que les han impactado. "El año pasado me llamó la directora de la asociación y me mandó un vídeo que mostraba a los niños hospitalizados haciendo un dibujo para dar las gracias por nuestra ayuda; momentos así te hacen llorar", explica Tere García, madre de tres niños. Precisamente uno de esos dibujos ilustra la tarjeta del colectivo de mujeres taxistas colaboradoras con la Fundación Cris.
Los materiales que utilizan para dar forma a sus creaciones los adquieren al por mayor. Con ellos y cordones colores consiguen vistosas piezas que compran familiares, amigos y también clientes del taxi, cuyos asientos parecen el expositor de una tienda, con los artículos a la venta protegidos por una pequeña bolsa de plástico transparente sobre la que figura una pegatina que identifica a la Fundación Cris.
El nivel de aceptación de sus productos es muy alto, reconocen; gustan al público, que rara vez obtiene una sola pieza. "Nos hacen encargos para regalar en bodas y comuniones, sobre todo de pulseras y llaveros. Y el adorno que más demandan es el árbol de la vida", comentan Tere García y Rebeca Fernández. Euro a euro, el reto de este colectivo de mujeres taxistas del que forman parte estas dos asturianas, están contribuyendo a la puesta en marcha de una unidad de terapias avanzadas en el hospital materno-infantil de la Paz, en Madrid.
