El paulatino incremento del número de suicidios y la dificultad para atajar ese "grave problema de salud pública" -en palabras del doctor Juan José Martínez Jambrina, director del área de gestión clínica de Salud Mental del Hospital San Agustín de Avilés- constituye una de las principales preocupaciones de los profesionales de la psiquiatría, que abordan la prevención del suicidio como "un todo o nada en un terreno sin retorno posible porque las opciones son drásticas: vida o muerte".

El prestigioso psiquiatra avilesino disertó ayer sobre un tema que "aún es tabú" en el "Aula de salud" que organiza la asociación cultural "La Serrana". "Los suicidios acaban cada año con unas 130 vidas en Asturias, 17 en la comarca avilesina. Y hemos constatado que detrás del 93 por ciento de los casos hay una problemática de enfermedad mental", manifestó el doctor, poco partidario de alentar esperanzas infundadas de que la situación vaya a mejorar: "Trabajamos para evitar que la cifra de suicidios crezca y, quizás a medio plazo, descienda; pero el objetivo de cero suicidios es ilusorio".