El Centro Niemeyer y el centro de mayores del Nodo centrarán parte del debate del Pleno que se celebrará esta mañana en el Ayuntamiento. Izquierda Unida trasladará al pleno las quejas de los familiares de los usuarios de la residencia de mayores del Nodo, que protestan por la falta de personal tanto para el cuidado diario como en los servicios de peluquería, fisioterapia y cafetería, además de la retirada de "detalles" como la entrega de bombones en los cumpleaños. En su moción, la coalición propone al pleno instar al ERA a atender esas necesidades.

Constantino Álvarez, concejal tránsfuga, en ese sentido, lamentó ayer la decisión de la dirección del centro de mayores de negarle cualquier tipo de explicación durante una visita a las instalaciones. "Cuando me identifiqué como concejal fui expulsado del despacho de la directora y obligado a abandonar las instalaciones. Según salía, me paré a saludar a una vecina de Heros e inmediatamente de nuevo la directora me indicó que para las visitas tenía que tener cita. ¿Por qué no quiere informar?", criticó Álvarez.

Ciudadanos y los concejales tránsfugas, por otra parte, quieren que el centro cultural de la ría sea de nuevo "motor y dinamizador" de la ciudad. La formación naranja, en ese sentido, pedirá explicaciones al gobierno local sobre los fines para los que fue creado el Niemeyer -los puso en duda el presidente de la Fundación, Vicente Domínguez, en una rueda de prensa- mientras que los ediles no adscritos ponen encima de la mesa una moción para instar al Ministerio de Cultura a que recupera su aportación anual al patronato.

"Consideramos estratégico para la ciudad que se recupere el espíritu inicial del proyecto del Niemeyer. Se fue desvaneciendo y hoy lo vemos languidecer. Hay una desconexión entre el centro cultural y la ciudad y se han desvirtuado sus objetivos", afirmó ayer Alfonso Araujo, concejal tránsfuga. Su moción pide por una parte que el Estado vuelva a participar económicamente con la Fundación; la última vez fue en el año 2011, con 150.000 euros. "En estos siete años han dejado de aportar un millón de euros", lamentó Araujo. Por otra, el escrito de los no adscritos urge a que la Fundación del Niemeyer capte nuevos patronos privados.