Nubledo recuperará sus fiestas más de una década sin celebrarse. Un grupo de vecinos ha creado la Sociedad de Festejos de Nubledo (Sofenu) con la intención de hacer algo especial para la fiesta de La Consolación, el 19 de agosto y se lo ha tomado muy en serio. Llevan un tiempo con trámites y esta semana cinco de sus integrantes se han presentado al curso de manipulador de alimentos, en La Curtidora de Avilés para que la celebración sea un éxito. "Queremos llevar nosotros mismos la barra del bar de la fiesta para poder recaudar para costearla, así que aquí estamos", comentó el presidente de la asociación, Pedro Manjón, antes de entrar al curso.

No solo es por la barra del bar, una de las actividades que tienen previstas es una parrillada, que es de donde salió la idea. "Estábamos planeando hacer una comida entre vecinos y nos fuimos viniendo arriba. Ya hemos hecho los trámites que nos ha pedido el Ayuntamiento y estamos trabajando en la organización", explica Manjón. Al presidente le acompaña en la directiva Álvaro Suárez como vicepresidente. "Ahora somos ocho o nueve, y estamos viendo si se suma más gente, que todas las manos son pocas para lo que hay que hacer. Para empezar, aquí estamos unos cuantos aprendiendo a ser camareros. Estamos luchando para sacarlo adelante, porque todo esto lleva mucha historia", afirma.

"Este año igual la fiesta no es muy grande, estamos haciendo lo que podemos y queremos que haya actividades los dos días del fin de semana, pero lo que es seguro es que venimos con la intención de quedarnos. De momento ya tenemos precios de la carpa, la luz, de esas cosas, pero tenemos que ver cuánto podemos recaudar", explica Manjón. Y en esas están, porque ahora están hablando con los vecinos para que colaboren económicamente. "La gente está contenta con la iniciativa y se están portando. A todo el mundo le parece una buena idea, al menos, con quién hemos hablado de momento. Nos falta como la mitad de la gente", comenta.

Entre los actuales integrantes de la comisión hay adultos, pero también jóvenes que se han puesto el mono de trabajo para poder participar de una fiesta que solo conocieron en la infancia y ya casi no recuerdan. Al final, parece que Sofenu lucha contracorriente, porque en una época en que las fiestas desaparecen por falta de organizadores, sus integrantes están tratando de volver a celebrar la suya. "La verdad es que cada vez ponen más trabas, van a acabar con todo. Son muchos trámites, lo que pasa es que tenemos muchas ganas", sentencia Manjón.

Lo que va a recuperar Sofenu en realidad, es la verbena y otras actividades en torno a la misa en honor a la Virgen de La Consolación, ya que todos los años la ermita corverana que lleva su nombre se llena de devotos el tercer domingo de agosto.