Los fabricantes de grandes piezas de calderería que operan en el puerto de Avilés demandan una rampa de carga, conocida como "ro-ro", un sistema de embarque de mercancía que se caracteriza por el acceso a bordo de los barcos de vehículos rodados, como camiones, por sus propios medios y que agiliza las operaciones de carga y descarga en los muelles. La Autoridad Portuaria analiza la propuesta y sopesa incluir la inversión en su plan de empresa a corto plazo. El coste de la infraestructura está estimado en unos 3,5 millones de euros.
El presidente portuario, Santiago Rodríguez Vega, destacó a finales del pasado año la importancia que han adquirido ya los tráficos de estas grandes piezas de ingeniería y calderería en el Puerto de Avilés y anunció su intención de no escatimar inversiones que mejoren las condiciones de los muelles de Valliniello para almacenar, acondicionar y embarcar las piezas de calderería que fabrican talleres como los del Grupo Daniel Alonso (Windar, Idesa, Tadarsa) o Asturfeito.
Según ha podido saber este periódico, los empresarios se han interesado recientemente por las previsiones del Puerto sobre esta infraestructura dadas sus previsiones de crecimiento en los próximos años. "Seguimos analizando la viabilidad de proyectar esa inversión en el plan de empresa del puerto y trataremos de impulsarla. Es cierto que los empresarios nos han trasladado su interés. Puede suponer un estímulo para sus tráficos", apuntó Rodríguez Vega.
La rampa "ro-ro" es una vieja aspiración del Puerto de Avilés que no acaba de materializarse, si bien a finales de 2016 ya se llegó a encargar a una ingeniería una asistencia técnica para analizar la viabilidad de ese servicio de transporte marítimo de corta distancia de carga rodada en los muelles locales. Las previsiones pasaban inicialmente por ubicar la rampa entre el final de la segunda fase de la ampliación portuaria y el muelle de Arcelor, en las inmediaciones del astillero Ipsa.
La instalación consiste en una pasarela metálica con las dimensiones requeridas para cada caso, articulada en tierra y accionada por un mecanismo que le permite alcanzar la posición adecuada de contacto con el buque, bien sea apoyándose directamente en él o bien recibiendo el portalón del mismo. En la actualidad hay pocos puertos españoles sin este sistema de carga. Es precisamente Puertos del Estado quien tiene que dar el visto bueno a esta inversión que ya demandan los operadores portuarios.
Las ventajas que acarrearían esta inversión quedaron de manifiesto el año pasado, cuando se cortó la navegación en la ría aguas arriba durante once horas por la maniobra de carga en el buque "Rolldock Sky" de dos estructuras colosales fabricadas en los talleres de Idesa, en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA).
Para embarcar las estructuras gigantes (un regenerador para el refino de petróleo y un silo que sumaban mil toneladas de peso), hubo que colocar el buque en perpendicular a la ría. En el operativo, participaron en torno a medio centenar de trabajadores y los trabajos se prolongaron durante horas. Con una rampa "ro-ro" no haría falta colocar el barco en perpendicular a los muelles, sino que la propia estructura facilitaría el acceso de las piezas al buque; una maniobra mucho más rápida y sencilla que permitiría reducir tiempos y costes a las empresas que operan en el puerto avilesino.
