Los hematólogos defienden que Asturias debe velar por "potenciar la realización de ensayos clínicos para evitar desigualdades". Estos se reservan para grandes hospitales, como los de Madrid y Barcelona, lo que a juicio de los especialistas "atenta el principio de justicia, que junto con el principio de autonomía y la no maleficiencia, constituyen los pilares básicos de la ética de la investigación".

Esta es una de las conclusiones de la XI Reunión de la Sociedad Asturiana de Hematología y Hemoterapia que se desarrolló en el Hotel Silken de Avilés durante las últimas dos jornadas y en la que participaron cerca de ochenta profesionales. La doctora Cecilia Carpio Segura expuso en la sesión del sábado la experiencia de la Unidad de Ensayos Clínicos de pacientes Hematológicos del Hospital Vall d'Hebrón. Si bien el objetivo principal de los ensayos clínicos es la obtención de los datos necesarios para la aprobación de un medicamento en una indicación determinada, existen otros beneficios, según expuso. "Que un médico clínico y un centro participen en estos ensayos es una garantía de calidad y excelencia de cara al usuario", dijo. En muchas ocasiones, participar en estos ensayos permite ofrecer a los pacientes accesos a nuevos medicamentos que de otra manera no tendrían, como en el caso de los pacientes con cánceres avanzados.

Asistieron al encuentro 75 hematólogos de todos los hospitales de la red sanitaria del Principado e impartieron las conferencias ponentes de fuera de Asturias. El doctor José Manuel Cárdenas Díaz de España, presidente de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea, expuso su experiencia como cooperante en la implantación de sistemas de calidad en establecimientos de sangre en Islamabad y otras ciudades de Oriente Medio.

En lo que se refiere a la Hemostasia, se presentaron los últimos avances en el tratamiento de la hemofilia (los nuevos tratamientos han conseguido que los pacientes tengan una esperanza de vida similar a la de la población normal). En Clínica se analizaron los linfomas foliculares y la Macroglobulinemia de Waldënstrom. "Hasta hace muy poco no existía ningún tratamiento específico para poder ayudar a pacientes con este cáncer y hoy podemos ofrecerles un tratamiento con buenos resultados y excelente tolerancia", expuso la médica Elham Askaria.