S. FERNÁNDEZ

La Fundación Avilés Conquista Musical, propietaria del órgano de la iglesia nueva de Sabugo, lamenta el poco uso que se está haciendo de él por parte del Conservatorio municipal. La entidad contribuyó a sufragar la construcción del instrumento, "para que sirviera para la enseñanza", destaca el abogado Cándido González que, en su calidad entonces de presidente anual del Rotary Club de Avilés, fue uno de los primeros promotores de su instalación, hace ya 13 años.

Avilés Conquista Musical fue la forma legal de la que se dotaron los rotarios locales para materializar la propuesta que les había presentado José María Martínez, exdirector del Conservatorio municipal y actual organista titular de Sabugo. En el artículo sexto de los estatutos de la fundación, queda patente el motivo esencial de su existencia: promover la construcción del órgano y, posteriormente, resolver "de manera gratuita" las necesidades socioculturales de índole musical que puedan crearse en la comarca.

El órgano de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery es una de las inversiones culturales más importantes de cuantas se han hecho en Avilés en los últimos años. Así lo destacan los miembros del Rotary Club, este año bajo la presidencia de Fernando Álvarez Balbuena. Costó 485.000 euros. Esa cifra se alcanzó por el trabajo llevado a cabo por los rotarios que pudieron convencer al Ayuntamiento de Avilés, al Principado y a la antigua Obra Social de la Caja Asturias para que se embarcaran en el proyecto de dotar a la ciudad de un órgano de verdad (el anterior, el que tocaba el sacerdote Domingo San Sebastián, era una colección de parches).

"Es fundamental destacar la ayuda que nos brindó Santiago Rodríguez Vega, por entonces alcalde", apunta Cándido González, que fue quien lideró en aquel primer año de aventura la búsqueda de financiación, una empresa que concluyó cuando la Fundación María Cristina Masaveu Peterson brindó los últimos 150.000 euros que faltaban para que el órgano fuera una realidad. Eso sucedió en 2009 y se hizo efectivo, según señalan ahora los rotarios, gracias a la labor de Julián Rus y Armando Arias.

No obstante, la financiación del instrumento se ejecutó, en buena medida, gracias a una suma continuada de donaciones que hicieron, entre otros, Manuel Campelo, Pozo Amago, La Caixa, Caja Rural de Asturias, la propia parroquia de Santo Tomás de Cantorbery, El Corte Inglés, Imasa, el Grupo Daniel Alonso, Asturiana de Zinc, Jofrasa y Los Telares. "Ni Arcelor, ni Alcoa, ni Du Pont, ni Saint- Gobain pusieron nada. Y yo quedé absolutamente sorprendido porque, de verdad, pensaba que se iban a implicar", destaca González, que puso sobre la mesa también el nombre de otra persona clave para que haya órgano en Avilés: Ángel Fernández, el antiguo párroco de Sabugo. "Fue quien aceptó la idea del maestro organero de instalar en su iglesia del instrumento y también el que financió las obras de ampliación del coro", cuenta. También lo subraya Francisco Javier García, que le sucedió en la presidencia en 2006 (tras él vinieron José Gutiérrez y José Luis Rodríguez).

El patronato de la Avilés Conquista Musical está compuesto actualmente por Jorge Montoto, Angelina González, Cándido González, José María Martínez y un representante del Rotary Club (este año, Gonzalo Llorente). El órgano lo diseñó y lo construyó Federico Acitores, de la empresa El Taller de Organería Acitores, en Torquemada (Palencia). La instalación comenzó en mayo de 2010 y concluyó en septiembre de aquel mismo año. El día 11 de octubre, la Fundación María Cristina Masaveu Peterson trajo a Avilés al prestigiosísimo organista Naji Hakim y al Coro de la Fundación Príncipe de Asturias para que inaugurasen el tesoro que el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, bendijo unos días más tarde.

"Los alumnos del Conservatorio tienen un instrumento a su disposición", resume Cándido González. Carlos Galán, el actual director del Conservatorio, fue uno de los primeros estudiantes reconocidos por el Rotary Club con el premio "Protagonistas del Mañana".