La calidad del aire en Avilés y en Gijón "ha mejorado radicalmente", pero todavía queda "trabajo por hacer". Así lo cree el viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno Fernández Fano, que ayer avanzó que el Consejo de Gobierno aprobará este mes el protocolo de actuación en episodios de contaminación del aire, un documento exigente que obligará a todas las empresas a revisar y adaptar sus actuales licencias ambientales. "Esta revisión implica que cuando exista una activación del protocolo, las empresas se verán obligadas por normativa a tomar las medidas que la Consejería proponga", explicó.

El Viceconsejero subrayó que dicho protocolo se activará en aquellos momentos en que se produzca una inversión térmica -un comportamiento contrario en la variación vertical habitual de la temperatura del aire, es decir, un aumento térmico con la altura- o una "boina" de contaminación y sea precisa la adopción de una serie de medidas.

Las medidas industriales, concretamente, estarán detalladas en las autorizaciones ambientales de cada empresa, como adelantó este diario el pasado julio de acuerdo al borrador del protocolo de actuación en episodios de contaminación del aire. Un ejemplo: la industria pesada, como Arcelor, las térmicas o las cementeras tienen monitorizados en tiempo real sus emisiones por chimenea. En situaciones normales el Principado concede un cierto margen de tolerancia, que en casos de alerta no permitirá, obligando a las industrias a cumplir a rajatabla con los límites de polución.

Esta es solo una de las medidas incluidas en el borrador del protocolo de actuación en episodios de contaminación del aire, que a las empresas atañe ya desde un nivel de prealerta. Dado el caso, las fábricas deberán extremar las precauciones en la manipulación y almacenamiento de graneles, prepararse para reducir la producción u otras medidas si el escenario pasa a ser de alerta, y comunicar al Principado cualquier anomalía en el funcionamiento fabril que incida en el medio ambiente. Las restricciones más serias afectan, además de a las empresas, a la Administración y a los vecinos de las zonas afectadas, siempre según el borrador del protocolo.

Fernández Fano incidió en que, en general, hay un grado de cooperación alto con las empresas "y un nivel de compromiso muy alto, tanto en Gijón como en Avilés". El viceconsejero, que participó en Avilés en la reunión del comité coordinación y seguimiento del plan de mejora de la calidad del aire, puntualizó: "Es deseable que mejore todavía más la calidad del aire, pero es un hecho evidente y palpable que la evolución en el tiempo de la mejora de la calidad del aire es absolutamente indiscutible, tanto en PM 10 como en PM 2,5".

En el primer trimestre de este año, concretamente, se superó en siete ocasiones el límite máximo permitido para las partículas en suspensión de menos de 10 micras (PM 10); en el mismo periodo de 2017 sucedió 36 veces. Los días con emisiones contaminantes, según los datos de medición, cayeron en un 80 por ciento. La normativa vigente establece que la media diaria no puede superar los 50 microgramos por metro cúbico de partículas en suspensión y, de alcanzarse, no debe suceder en más de 35 ocasiones por año.

El Colectivo Ecologista de Avilés que lidera Fructuoso Pontigo consideró que la "realidad es bien distinta a como la pinta el Principado". Y puso un ejemplo: "Mientras se celebraba la reunión del comité de coordinación, en la ITV (a pocos metros de la sede de la Autoridad Portuaria, donde se desarrolló el encuentro) al menos un trabajador tuvo que abandonar su puesto por un fuerte olor de origen desconocido que le impedía respirar con normalidad", concluyó el ecologista.