La novela "Un amor", con la que Alejandro Palomas ha ganado el premio "Nadal" 2018, será el hilo argumental de la participación mañana, jueves, del autor catalán en el ciclo Palabra que dará comienzo a las 20.00 horas en el auditorio del Centro Niemeyer. Estará acompañado por la poeta y escritora Vanessa Gutiérrez, que le invitará a repasar ante el público su obra, fuentes de inspiración y vida, entre otros aspectos. En la siguiente entrevista, Palomas, licenciado en Filología Inglesa, máster en Poesía por el New York College of California y autor de títulos como "El tiempo del corazón", "El secreto de los Hoffman" o "El tiempo que nos une", habla sobre la novela galardonada, sus personajes, la familia y diferentes aspectos de la actividad literaria.
- "Un amor" gira en torno a una familia; ¿es ese un pozo sin fondo de historias para contar?
-Sin duda. La familia es el elemento básico en la historia de la literatura universal, toda la tragedia es tragedia familiar. Me gusta porque, por un lado, las relaciones familiares son relaciones no elegidas y como creador te da facilidad para tratar al personaje, para que se mueva. Y en segundo lugar, la familia es reconocida desde el minuto uno, no tienes que presentar nada, va muy bien para escribir. Yo, que soy muy directo, escribo con muy poco filtro. Soy lo que escribo, lo que hago; no hay diferencia entre lo que escribo y lo que siento y vivo; ambas cosas forman un pack.
- La figura de la madre ocupa un papel destacable en su obra. ¿Es una consecuencia del espacio que representa la suya en la vida real?
-Sí, el papel de la madre -Amalia- es fundamental porque se ha convertido en el faro alrededor del cual gira toda la trama. Sé muy bien de lo que estoy hablando, ya que conozco bien las emociones con las que trabajo, de lo contrario me costaría mucho escribir.
- ¿Por qué encandila tanto el personaje de Amalia?
-Porque es cercana, vulnerable, creíble y parece que es parte de ti.
- Todo escritor refleja de una u otra forma en su obra el entorno que le rodea. En este caso, ¿su familia literaria es similar a la de la vida real?
-Es similar a la familia real en cuanto a estructura, ya que tengo dos hermanas y una madre. Beben de la misma estructura, una es el espejo de la otra en cuanto al armazón, no en cuanto a los hechos, que pasan porque yo soy el creador.
- ¿Un creador al que le atraen las historias más cotidianas?
-Siempre parto de la base de que lo cotidiano es a veces lo más singular, pero en cambio no nos fijamos en lo que tenemos alrededor y buscamos lo lejano, cuando en realidad lo más próximo es en ocasiones lo realmente alejado.
- ¿Esta familia literaria continuará presente en su obra?
-Oficialmente no va a continuar, va a quedar aquí, pero soy poco amigo de los oficialismos y no tengo motivos para apartarla. Me conozco y cuando esto me pasa, creo que hay que seguir, quizás en otro formato. Me costará mucho alejarme y me duele porque ahora tengo la sensación de que tengo dos familias, la real y la ficticia.
- Amalia abrió la puerta a una trilogía compuesta por "Una madre", "Un perro" y, por último, "Un amor". ¿Qué le ha llevado a continuar libro tras libro la historia de este personaje?
-Para empezar, la trilogía se adapta muy bien a mi mentalidad psicoanalítica, me encanta profundizar en los personajes y arrancar sus capas. Cuando terminé "Una madre" me di cuenta de que necesitaba escribir más, entonces empecé "Un perro", pero seguía necesitando más y nació "Un amor".
- Entonces, ¿eso significa que la trilogía reúne más ventajas que inconvenientes?
-Depende del tipo de trilogía. Una gran ventaja es que te permite profundizar en la historia, en las previas, en de dónde viene, en todo un universo. Cuando un escritor hace esto crea con cada libro las piezas de un rompecabezas hasta que llega el día en que terminas de escribir y encajas la última pieza. En ese momento es cuando descubres una verdad. Con mis libros busco el tesoro, pero necesito el mapa que esta compuesto por todas esas piezas del rompecabezas.
- Su literatura tiene un importante tirón entre la población femenina. ¿A qué achaca esta tendencia?
-Eso quisiera saber yo, y no entiendo el por qué, aunque cada vez hay mas población masculina que entra en el mundo de Amalia; lo veo en las presentaciones del libro. Es cierto que al hombre le cueste enfocar estos temas, pero cuando lo hace se da cuenta de que es un mundo que no es agresivo, que les acompaña muy bien. Y es que yo no soy agresivo en la escritura.
- Usted centra la mirada en las emociones, ¿cree que a los hombres les asustan?
-Probablemente. No estamos educados para las emociones, para mostrarnos vulnerables y compartir esa vulnerabilidad, si bien, cuando nos damos cuenta de que lo interesante es lo vulnerable nos empezamos a sentir cómodos.
- Otro aspecto que le caracteriza es la riqueza de matices que llenan sus libros. ¿Con qué objetivo se recrea en los pequeños detalles?
-Me gusta fijarme en las cosas pequeñas, es un defecto de fabrica que llevo conmigo, y también es una forma fácil de que el lector entre rápidamente donde yo quiero, en lo pequeño. Me gusta ser autor de lo pequeño.
- Para terminar, ¿qué supone ser de Barcelona y alcanzar el primer premio del galardón literario más antiguo del país?
-Que te reconozcan en casa da un plus emocional al premio, que para mí ha sido una confirmación de que todo lo vivido ha merecido la pena. Ha sido más una satisfacción que una alegría.
