Fue uno de los más geniales inventores españoles de finales del siglo XIX y principios del XX, pero tuvo que buscar en el extranjero la financiación que se le negaba en su país para desarrollar sus ingenios. El cántabro Leonardo Torres Quevedo centró la conferencia que ofreció ayer en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés Francisco A. González Redondo, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid y organizada junto a la delegación asturiana de la Real Liga Naval Española, que dirige Antonio Sabino. Entre los numerosos proyectos sobre navegación aérea de Torres Quevedo, se encuentra el dirigible "Astra-Torres", utilizado por los ejércitos francés e inglés durante la Primera Guerra Mundial", o el "Hispania", pensado para el transporte de personas. "El ingenio de Torres Quevedo se sigue utilizando hoy. No debía estar mal su idea cuando sigue vigente" en pleno siglo XXI, apuntó el especialista en su charla.

Leonardo Torres Quevedo está de plena actualidad con motivo del centenario de la Aviación Naval dadas las aportaciones de este ingeniero de caminos e inventor cántabro. La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, hizo alusión recientemente a su paisano en un consejo de administración. "Leonardo Torres Quevedo no pude hacer realidad su proyecto más ambicioso, el 'Hispania', que patentó. La primera travesía aérea del Atlántico no pudo hacerse con tecnología española por falta de financiación. Eso no pasaría hoy", dijo.

Torres Quevedo diseñó en 1918 un dirigible trasatlántico, "Hispania", que llegó a alcanzar el estado de patente, con objeto de realizar desde España la primera travesía aérea del Atlántico. Por problemas de financiación el proyecto se fue retrasando y fueron los británicos John William Alcock y Arthur Whitten Brown los que atravesaron el Atlántico sin escalas desde Terranova hasta Irlanda en un bimotor biplano. El "Hispania" llegó a empezar a construirse en España, pero finalmente se descartó el proyecto. "La historia nos ayuda a aprender, a no repetir los errores del pasado en el futuro", apuntó González Redondo. El poste de amarre para los dirigibles también es un invento español. "Cosiste en un poste de metal, donde se amarra el dirigible por la proa y que funciona como una veleta para prestar la menor resistencia posible. Torres Quevedo patentó este invento en otros países, en Reino Unido y Francia. Se sigue utilizando hoy para amarrar cualquier dirigible", expuso el experto.

Británicos y franceses también le compraron el "Astra-Torres", un dirigible que tenía la ventaja de ser flexible y que podía plegarse, y la primera aeronave que cruzó el Mediterráneo desde Marsella hasta Argelia hace 100 años también era un ingenio de Torres Quevedo.

"Los 'Hispania' quedaron como algo nonato y la inventiva española la aprovecharon británicos, ingleses, rusos y norteamericanos. Hoy los rusos están construyendo dirigibles como los de Torres Quevedo que operaron en la I Guerra Mundial", expuso el profesor de la Universidad Complutense. También habló del presente: "Desde 2010 tenemos un mega portaaeronaves, el 'Juan Carlos I'. Ese es presente".