Lo mejor que sabe hacer el dramaturgo Alfredo Sanzol es mezclar la realidad con los sueños. Lo volvió a repetir anoche con "La valentía", en el escenario del teatro Palacio Valdés, que fue el odeón que acogió por primera vez un estreno nacional de una de las comedias del también director de escena, uno de los del momento, aunque sólo sea por los galardones que viene recogiendo (el último, el "Valle-Inclán", esta misma semana). Hubo lamentos, hermanos, puertas que se abren y se cierran y, también, aplausos y aplausos.

"La valentía" es una historia de fantasmas al pie de una autopista, pero también una historia familiar, que es otro elemento clarificador de la obra de Sanzol, que ha mostrado en Avilés casi toda su obra: "Sí, pero no lo soy", "Días estupendos", "Risas y destrucción" y hace sólo unos pocos días: "La ternura", la obra, precisamente, por la que obtuvo el prestigioso galardón que recuerda al autor de "Martes de carnaval" o "Tirano Banderas".

La comedia que se presentó anoche en el teatro Palacio Valdés -el tercer estreno consecutivo esta primavera- la protagonizaron Jesús Barranco, Francesco Carril, Inma Cuevas, Estefanía de los Santos, Font García y Natalia Huarte. Los seis son tres parejas de hermanos: unos del presente, otros del pasado y, los últimos, del porvenir. La combinación de estos tres tiempos a la vez sirvió para que los espectadores que llenaron el odeón avilesino conocieran dónde están los límites de esa valentía de la que habla el título de la comedia. Sanzol, sin embargo, había explicado durante la presentación de la comedia que "cuando se habla de valentía, en realidad se está tratando la cobardía".

La próxima semana, el Palacio Valdés ha programado "La vida secreta con mamá", de Concha Rodríguez, una producción de Teatro del Cuervo y La Estampa Teatro. El día 25 de mayo, el Niemeyer acoge una representación de "24 horas en la vida de una mujer", un musical basado en una novela de Stefan Zweig, una producción de la actriz Silvia Marsó, que la protagoniza.