El suceso que conmocionó a Avilés en enero de 2018 vuelve a resurgir. El espigón de San Juan de Nieva se ha cobrado su segunda víctima en lo que va de año, esta vez un corverano de 66 años, habitual de la zona, que según cuentan los primeros testigos, resbaló mientras estaba en el extremo norte del espigón. Se trata, por tanto, de la misma ubicación donde en enero fallecía ahogada la atleta de "Los Verdes", Élida Fernández, de 56 años de edad, tras ser engullida por una ola y precipitarse a las rocas.

Aquella mañana, Fernández salió a correr acompañada de otro corredor, Pablo Álvarez Ortiz, que también cayó, pero logró regresar al dique por sí mismo y dio la voz de alarma. Sin embargo, otra ola le volvió a empujar contra las piedras junto al policía local Daniel Wei y al bombero del parque de Avilés Antonio Fernández, que habían acudido a prestar ayuda. Los dos primeros fueron rescatados por un helicóptero de emergencias junto a la mujer, que falleció poco después.

El espigón de San Juan de Nieva es uno de los lugares más peligrosos de la comarca de Avilés. La Autoridad Portuaria lo sabe y, por eso, renovó hace cuatro años un enorme cartel en el que se advierte de las olas inclementes. Junto a este cartel hay una cadena que cruza a lo ancho para evitar el acceso. La prohibición expresa lleva 14 años.

El espigón en el que Élida Fernández perdió la vida tiene unos 400 metros de longitud y se terminó de construir en 2004 por el Ministerio de Medio Ambiente. En 2014, fue reparado tras los temporales de aquel año. Poco después, una ola se llevó a un visitante y lo dejó, entonces, malherido.