"Es como si no existieran". Ésa es la voz casi unánime de los grupos municipales respecto a la presencia de tres concejales tránsfugas -Alfonso Araujo, Constantino Álvarez y Francisco Zarracina- en el Ayuntamiento de Avilés y ese aislamiento se notará, por ejemplo, cuando los exediles del PP presenten mociones para su análisis en el Pleno. Unos partidos, como el PP, Izquierda Unida y Ciudadanos, ni debatirán ni votarán sus propuestas, aunque si se quedan en sus sillones constará en el acta como abstención. Otros, como Somos y Ganemos, votarán sistemáticamente en contra. El PSOE aún no se pronuncia y sus votos afirmativos serían necesarios para que esas propuestas, como la que van a presentar los no adscritos en el próximo pleno sobre el aniversario de la Constitución Española, salgan adelante.
Así las cosas, no va a hacer falta que los partido firmen un pacto local contra el transfuguismo, como propuso el PP, para que de facto los tránsfugas vean cómo el resto de formaciones les hacen el vacío. En el caso de Ganemos, su portavoz, Agustín Sánchez, ya avanzó que les recordarán cada vez que tenga oportunidad "que no fueron elegidos personalmente por la ciudadanía sino dentro de una lista electoral y que deberían renunciar a sus actas de concejales". Eso mismo ya lo hicieron los portavoces de Somos, David Salcines, e Izquierda Unida, Llarina González, en los últimos plenos.
Ambas formaciones de izquierdas fueron las únicas que avanzaron que sí iban a firmar ese acuerdo que plantearon los populares. Considera que la presencia de tránsfugas es una "perversión del sistema democrático" y aseguran que, si bien no han cambiado un gobierno, sí que ha alterado las mayorías en el Pleno "en beneficio del PSOE". De ahí que reprochen a los socialistas su tibieza" con los no adscritos.
