Una familia avilesina de seis miembros (dos octogenarios con la salud delicada, un matrimonio y dos hijos menores de edad) lleva una semana alumbrando su casa con velas y haciendo la comida en una cocinilla de gas butano. Les han cortado la luz, pero no por impagos; de hecho, en los últimos meses pagaron doble porque la compañía eléctrica con la que tienen contratado el suministro (Gas Natural Fenosa) les mandó facturas duplicadas y cobró de más.

Fue precisamente a raíz de la reclamación planteada por ese cobro indebido que se multiplicaron los problemas de la familia en cuestión. La última barrabasada que ha hecho la empresa de la luz es comunicar a la titular del contrato que para restaurar el servicio, y dado que vive en un piso con más de veinte años de antigüedad, debe aportar un certificado energético expedido por un técnico autorizado por Industria. Ese "papelito" cuesta un mínimo de 200 euros.

La sufrida familia ha puesto el grito en el cielo y el tema en manos de la Unión de Consumidores de Asturias, que hoy mismo tiene previsto poner una denuncia en el juzgado de guardia para solicitar el resarcimiento de los daños generados por la "incompetencia" y "negligencia" de Gas Natural Fenosa. "El asunto es esperpéntico y da idea de cómo se las gastan algunas compañías eléctricas y el desprecio que les merecen sus clientes. Confiamos en lograr una sentencia ejemplarizante", comentó Dacio Alonso, el presidente en el Principado de la Unión de Consumidores de España (UCE).

Las desdichas de esta familia comenzaron al aceptar la propuesta de cambio de compañía que les ofertó un comercial que picó a su puerta. Contrataron la tarifa regulada, pero al poco descubrieron -a la vista de que las facturas subían un pico- que les cobraban la luz doble, con esa tarifa y con la de mercado. Al reclamar a Gas Natural Fenosa, les sugirieron dar de baja una de las dos tarifas, cosa que hicieron. Y entonces, lo que hizo la empresa fue dar de baja... el suministro. De esto hace siete días, los mismos que la familia lleva cocinando "de campamento" y alumbrando la casa con velas. Asumido su error, ahora Gas Natural Fenosa exige a esta clienta un certificado de Industria para dar de nuevo de alta la luz. "Un certificado que cuesta 200 euros; es el colmo", clama Dacio Alonso.