"El rico patrimonio cultural de España no debe ser entendido únicamente como un legado del pasado que es necesario conservar por deber moral, sino que es un activo esencial de la economía actual de nuestro país y un recurso imprescindible para nuestro futuro", señaló ayer Carmen Álvarez-Rúa, directora de la Escuela Superior de Arte de Asturias, en un acto celebrado en la sede de Valliniello. Durante el mismo se leyó un manifiesto que, además de resaltar la necesidad de extremar el cuidado de las distintas expresiones materiales e inmateriales, reivindicó el papel que juegan los profesionales de la conservación y restauración en esta tarea.

La acción, promovida por la Asociación de Conservadores y Restauradores de España y el Grupo Español del International Institute for Cornservation of Historic and Artistic Works, se realizó de forma coordinada con museos, empresas y centros educativos de toda España. La Escuela de Arte, con sede en Avilés, se sumó a esta iniciativa "por su condición de formadores de los futuros profesionales que se van a encargar de la salvaguarda de nuestro patrimonio cultural", indicó Álvarez-Rúa, que se refirió a la riqueza patrimonial de España basándose en datos del Ministerio de Cultura.

"Es el segundo país del mundo y primero de Europa con mayor número de bienes inscritos en las listas de Patrimonio Mundial de la Unesco; actualmente, un 3% del empleo total en España corresponde a empleos directos en el sector cultural y alrededor de 115.000 empresas dedican su actividad principal a la cultura", manifestó. Y reforzó esta idea al indicar que "la Unión Europa contempla dentro de sus estrategias para mejorar la competitividad la promoción de usos innovadores del patrimonio cultural como motor de crecimiento económico y mejora de la cohesión social y una prueba de ello es la decisión de declarar 2018 como año Europeo del Patrimonio Cultural". Este escenario, matizó, pone de relieve la importancia del diseño y la ejecución de las acciones que se lleven a cabo, "actividades que sólo pueden ser realizadas dentro de los estándares de calidad y rigor profesional necesarios por especialistas cualificados para trabajar en el campo de la conservación y en el de la restauración de bienes culturales".