El hombre acusado de agredir sexualmente a una empleada de un centro comercial de Avilés cuando era su jefe directo ha sido condenado a un año y medio de prisión y a mantener un alejamiento de 500 metros durante tres años de su víctima por un delito de agresión sexual; además se le impone una multa de 4.000 euros en concepto de responsabilidad civil. El juez, no obstante, absuelve al hombre de la acusación de acoso sexual al no verlo suficientemente acreditado con las pruebas recabadas.

Según ha señalado la abogada de la víctima, Ana María González, del Centro de Atención de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales y Malos Tratos de Asturias (CAVASYM), el juez absuelve al exjefe de su clienta del delito de acoso dado que, si bien sí se pudo demostrar el desencadenante (la agresión sexual) que provocó que la mujer dejara su puesto de trabajo e iniciara un tratamiento psicológico, no hubo el refrendo testifical de sus excompañeros de que antes del día de la agresión probada la hubiera acosado.

"El juez dice que de eso no tiene acreditación, más que la palabra de ella, pero él lo niega, dice que pudo haber habido algún tipo de comentario, pero no de relevancia", ha indicado la letrada.

La agredida comenzó a trabajar en 2001 como cajera en un centro comercial de Avilés y en verano de 2013 pasó a ser reponedora en el departamento de alimentación con el supuesto agresor como jefe directo. La Fiscalía sostuvo que durante el primer año la relación con el acusado fue normal, pero que la misma cambió a partir del verano de 2014 y en octubre el hombre comenzó a hacer comentarios ofensivos de connotaciones sexuales a la mujer.

Entre diciembre de 2014 y enero de 2015, cuando la afectada estaba reponiendo mercancía, el acusado se acercó y supuestamente le dijo expresiones "obscenas" y el 5 de febrero de 2015, el hombre instó a la empleada a acompañarle a un anexo del almacén, donde la abrazó y tras cogerle fuerte por las muñecas, la puso contra una balda y empezó a manosearla. Finalmente, ella consiguió zafarse de su jefe tras darle un golpe con la rodilla cuando él estaba intentando bajarle el pantalón.

La víctima y su abogada meditan ahora si recurrirán la sentencia, de veinte folios, que han conocido hoy y que si bien les satisface en el apartado de la condena por la agresión deja dudas con respecto a la absolución por el cargo de acoso.

Además de por este caso, la empleada y su exjefe se han visto las caras en el juzgado en otras dos ocasiones recientes: por una demanda por lesiones, saldada con la absolución del hombre, y por otra demanda relativa a un presunto quebrantamiento de una orden de alejamiento, esta última aún pendiente de sentencia.