Los niños lo dejaron claro cuando redactaron y aprobaron el III Plan de Infancia de Avilés: quieren salir a la calle, ir al parque, jugar y desmelenarse. Todo esto lo escribieron negro sobre blanco y elevaron a la ciudad en pionera en España: los niños dictan su propio proyecto de futuro que ayer comenzó a desarrollarse con una participación, sin embargo, algo menor a la prevista: alrededor de medio centenar de chavales de los colegios San Nicolás y San Cristóbal se plantaron en el parque de Ferrera para jugar, bailar un poco de zumba, echarse unas risas y terminar la mañana pintando pancartas. "Teníamos casi trescientos niños apuntados, pero la lluvia matutina nos dejó así", se lamentó Alejandro García, uno de los dinamizadores del consejo de Infancia de Avilés (otra dinamizadora fue Llarina Arcoiza). Pese a todo, la fiesta se llevó a cabo y, hasta casi la una de mediodía, el Ferrera fue un patio de recreo de los mejores.

Marcos Vázquez, que es de quinto de Primaria en el San Nicolás y uno de los redactores del III Plan de Infancia de Avilés, salió de la formación que bailaba zumba para explicar que los deseos de los más pequeños son ambiciosos. "Queremos hacer grafitis", aseguró. Los trabajos del consejo de Infancia fue amplio y empezó "mirando los libros de cursos superiores, para saber qué hay", apuntó. García fue más allá: "Nosotros lo tuvimos más fácil; sólo había que picar y esperar a que el otro bajara a la calle. Lo que ellos quieren es reivindicar la calle como espacio para el disfrute", comentó el dinamizador. Y, durante una mañana, el parque fue una celebración porque la lluvia quedó en nada. La programación de juegos fue exitosa y las actividades se repetirán.