La difusión en internet de imágenes denigrantes de profesores es una práctica ilícita que está ganando adeptos. En el colegio público Villalegre, tres docentes -un hombre y dos mujeres- han denunciado ante la Policía Nacional el uso de su imagen e identidad en las redes sociales para lanzar contra ellos "gravísimos insultos y calumnias", como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Ayer, la comunidad educativa mostró su respaldo a los afectados: "Estamos hartos de tanta sirvergonzonería y maldad", manifestó el director del centro, Ignacio Fernández. El claustro y la Asociación de Padres y Madres (AMPA) han hecho un frente común y confían ahora en que "la investigación policial obtenga pronto resultados".

Los agentes también. "Es un trabajo difícil y requiere tiempo, pero eso no quiere decir que no lo vayamos a resolver", advierten desde la Policía Nacional. Los ciberacosadores se enfrentan a un delito de acoso u hostigamiento. De las tres denuncias interpuestas en los últimos ocho meses, una llegó al Juzgado y fue sobreseída. Ahora, el Ministerio Fiscal podría tomar cartas en el asunto. La concejala de Educación, Yolanda Alonso, aseguró ayer desconocer el problema y desde la Consejería de Educación rechazaron dar datos. "No sabemos quién está detrás de las graves difamaciones aunque tenemos sospechas de personas entre 20 y 22 años", explicó el director. En el colegio público Villalegre los alumnos matriculados son de Educación Infantil y Primaria (de 3 a 12 años).

Los profesores víctimas de ciberacoso, entre tanto, prefieren el anonimato. "No queremos darles más juego", dijo el director, que ahora se ha convertido en su voz. Fernández valoró las muestras de solidaridad y el respaldo recibido por los docentes, a los que se llegó a acusar de ejercer la prostitución o de secuestrar y violar niños. "El claustro de profesores y la AMPA del centro quieren manifestar su absoluto apoyo a los afectados, cuya conducta tanto en el plano profesional como en el personal es intachable, y su trato con el alumnado y su dedicación al desempeño de su tareas docentes dignas de todo elogio", apuntaron mediante un comunicado, que continúa: "Señalar a quienes están llevando a cabo estos lamentables actos que si con ellos perseguían intranquilizarnos y desanimarnos han conseguido exactamente lo contrario. Hoy esta comunidad educativa está más unida que nunca".

Además de los tres profesores, otra persona ajena al centro interpuso el pasado enero una denuncia por haber recibido supuestamente amenazas y difamaciones al tratar de mediar en este caso. La suplantación de identidad afectó al menos a una quinta víctima que no presentó denuncia.