Uno de los argumentos más repetidos en contra de la oficialización del asturiano es que presenta muchas variantes. "Es eso de los bables", señaló ayer el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras Ramón d'Andrés, que ofreció a los alumnos del Programa de Mayores de la Universidad de Oviedo (Pumuo) la charla "Lo que hay que saber del asturiano". D'Andrés explicó: "No hay ninguna lengua en el mundo que no tenga variedades, que es a lo que los lingüistas llamamos dialectos, pero sin ningún apelativo negativo; es que el conjunto de variantes se llaman así". Para D'Andrés, "una lengua sin variantes sería una cosa pasmosa".

El profesor es experto en sociolingüística, la parte del saber que analiza la influencia de la lengua sobre sus hablantes. En esa condición desveló que la lengua asturiana "se habla desde el Cabu Peñes hasta Portugal, en Miranda do Douro". "Precisamente, lo que se habla allá es dialecto del asturiano occidental. En Avilés, Oviedo y Gijón, el central. En Llanes o en Cabrales, el oriental", destacó el profesor universitario.

D'Andrés desveló que son "alrededor de 200.000 personas las que hablan asturiano". El número de hablantes, explicó, sale de preguntar. "Lo hace el equipo de Francisco Llera. Pregunta a cada uno que habla. Es un dato aproximado: la percepción que uno tiene no siempre es la buen", admitió. "En todo caso, estamos ante una lengua minoritaria. Somos un millón de asturianos y una quinta parte de ellos dicen que hablan asturiano", destacó. Al hilo destacó que el asturiano, donde mejor se conserva es "en la propia Asturias, pero también en Llaciana, en Babia y, por supuesto, en Miranda do Douro. Los de Miranda dicen que hablan mirandés", añadió el profesor.

Destacó que el término "lengua asturiana" no es "de ahora, de los del bable". Viene del siglo XVII. El asturiano tiene muchos apelativos: "El más común es precisamente 'asturiano', pero también está asturleonés, asturiano leonés, el bable... son diferentes maneras de llamar a lo mismo. Asturleonés es un término académico", añadió.

D'Andrés explicó que el asturiano dejó huella escrita es la "Nodicia de Kesos", que es del siglo X, "una lista de quesos, curiosamente", apostilló el profesor. "Y luego está el Fuero de Avilés, que fue la Constitución que el rey de León concedió a la ciudad en la Edad Media". "Escribir en asturiano, pues, no es cosa del otro día", concluyó.