Después de los fuertes chaparrones caídos ayer por la tarde y durante parte de noche llega el momento de hacer balance de daños, que si bien no son de gran entidad sí que parecen numerosos. Afortunadamente no hay que lamentar heridos, pues el parte de incidentes se refiere fundamentalmente a vías de comunicación, redes de servicios y cierres de fincas.

El concejo de Castrillón presenta la situación más conflictiva, con dos carreteras importantes para las comunicaciones locales cerradas al tráfico por argayos. Se trata de la que comunica Arnao con Salinas y la CT-1 (Piedras Blancas-Santa María del Mar). En ambos casos, los desprendimientos de tierra y piedras, junto a una considerable cantidad de barro, han afectado a los carriles de las carreteras, obligando a cerrarlas para proceder a su limpieza y para garantizar la seguridad de los conductores. La comunicación entre Arnao y salinas está interrumpida exactamente en la boca del túnel de Arnao que da a esta localidad, un punto habitual de desprendimientos. Así mismo, se revisa la estabilidad de la ladera de Pinos Altos, en Salinas, un lugar tradicionalmente problemático por corrimiento de tierras.

En Corvera aún están con el recuento de daños, pero se da por sentado que hay averías en tendidos eléctricos y están cortados al tráfico por encharcamiento de la calzada y argayos viales secundarios en el entorno del centro comercial Parque Astur de Trasona. La confianza de los servicios municipales es poder restituir el tráfico rodado según avance la jornada.

El concejo de Gozón se ha librado, según su alcalde, Jorge Suárez, de "daños graves" por los chaparrones. La única localidad que centra ahora mismo la atención de los servicios municipales de obras es Zeluán, donde se produjeron inundaciones de las vías públicas por el presunto fallo de una estación de bombeo. Las zonas anegadas quedarán limpias durante el día de hoy, según la previsión del Ayuntamiento.

Según han relatado los vecinos, los problemas de inundaciones en Zeluán empezaron sobre la una de la mañana. Los lugareños avisaron al 112, que desplazó personal al lugar. Esa brigada constató que el saneamiento no daba abasto porque la estación de impulsión existente en la zona estaba trabajando con una sola bomba. El arranque de la segunda mejoró la situación. No obstante, llegaron a medirse 40 centímetros de agua en algunas casas y locales, con daños también en coches que estaban guardados en garajes.

Las quejas no se han hecho esperar: "No puede ser que el bombeo de Zeluán,que consta de tres bombas, tenga una sola en funcionamiento; al parecer la segunda no entra a funcionar porque salta el diferencial y la tercera simplemente no está. Es inconcebible. Siempre que llueve fuerte se repite la misma historia", ha lamentado esta mañana uno de los afectados..

Soto del Barco, que le llevó ayer la peor parte del temporal, con la localidad de Riberas de Pravia anegada por la furiosa bajada del agua desde los montes cercanos, trata desde primera hora del día de recuperar la normalidad. El tráfico en este punto por la carretera que comunica Soto del Barco y Pravia se ha restablecido y las brigadas de limpieza se afanan en quitar los restos de barro. En algunos lugares del pueblo se han venido abajo tramos de muro de fincas particulares y en las casas que sufrieron inundaciones toca zafarrancho de limpieza.

Los concejos de Avilés e Illas, según han informado los servicios de emergencia municipal, pasaron el "diluvio" sin mayores consecuencias.