Los accesos desde La Rocica hasta el andén están adaptados para personas con movilidad reducida. Sin embargo, desde el andén al tren, no. Lo denuncian algunos usuarios del servicio de ferrocarril entre Avilés y Oviedo, que tienen serias dificultades para subir al tren dado que la plataforma que comunica el vehículo cuando está parado y el andén no llega a ras de suelo. "Una silla eléctrica no puede subir bien y necesita ayuda", indica Gloria Blanco, una de las usuarias del ferrocarril, que observa que en el apeadero de Villalegre ocurre un problema similar. "Sin embargo, en la estación de Avilés no hay problema ni para las personas que van en silla ni para las que usan bastón", concluye la usuaria.