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Castrillón se gusta con traje de fiesta

El modisto Constantino Menéndez, pregonero en el día del concejo, anima a superar complejos y vergüenzas: "Sé cómo quieras y haz lo que te gusta sin pensar en qué dirán"

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EN IMÁGENES: celebración del Día de Castrillón Fernando Rodríguez

El pregón del Día de Castrillón, a cargo ayer del modisto y vecino de Pillarno Constantino Menéndez, fue un alegato en favor de la repoblación de la Asturias rural y una reivindicación en toda regla de los valores del campo, además de incluir guiños a la superación de los prejuicios y animar al libre desarrollo personal, tanto en la esfera personal como en la profesional: "Soy modisto y vivo en un pueblo, dos cosas que en su momento estuvieron mal vistas. ¿Y qué, si soy feliz? Si algo te gusta, hazlo sin pensar en lo que la gente diga u opine; sé lo que quieras y como quieras".

Público en el concierto de Llan de Cubel.

La alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, presentó al pregonero como "un referente en el sector de la moda por la renovación que ha hecho del vestuario tradicional asturiano" y también valoró que ha logrado proyección nacional sin renunciar a sus raíces castrillonenses, además de haberse convertido en un baluarte del medio rural dando ejemplo de que se puede vivir en el campo y desarrollar con éxito una actividad empresarial. Constantino Menéndez es el creador de la marca "Made by kÖs", que comercializa ropa artesana inspirada en la vestimenta tradicional asturiana y tiene como una de sus señas de identidad el uso de escenarios rurales del entorno de Pillarno –cuadras, hórreos, casonas, prados, regatos, caleyas...– para las fotos de sus catálogos.

Una charanga anima el vermú en las terrazas del centro de Piedras Blancas. | Fernando Rodríguez

El pregonero no defraudó la presentación: se subió al escenario calzado con unas zapatillas de felpa que anticipaban el posterior uso de otro complemento, unas madreñas. Ese primer guiño a sus orígenes y a su presente fue el aperitivo a una sucesión de felices recuerdos infantiles en Pillarno –la escuela, el trabajo en las tierras y con el ganado, los correteos por los "praos"...– y a la reivindicación de esos valores como estilo de vida.

"Hubo un tiempo en que las escuelas rurales, como a la que yo fui, estaban mal vistas. En general todo lo que tenía que ver con la vida en el pueblo, en la aldea, era mirado con desaprobación. ¿Cómo han cambiado las cosas y la percepción del campo, verdad? Ahora el campo se ha vuelto a poner de moda. Yo hace años que soy de pueblo y a mucha honra porque ahí soy feliz y porque aprendí muchos y buenos valores, como la capacidad de trabajar todas las horas que tiene el día, algo que veía cuando los obreros de las fábricas volvían a casa y se ocupaban de las tareas agrícolas o ganaderas. Nunca paraban", reseñó con admiración el modisto.

El alegato del pregonero en favor de la vida rural quedó completo al reseñar que, bajo su punto de vista, "no vale con vivir en el pueblo, si acaso aislado detrás de un seto o un muro". Para Constantino Menéndez, "hay que contribuir a generar comunidad, para ‘ser de pueblo’ no basta vivir en él, hay que ‘estar’ y compartir".

Un grupo de animación recorre los puestos del mercado medieval.

"Hubo un tiempo en que las escuelas rurales, como a la que yo fui, estaban mal vistas. En general todo lo que tenía que ver con la vida en el pueblo, en la aldea, era mirado con desaprobación. ¿Cómo han cambiado las cosas y la percepción del campo, verdad? Ahora el campo se ha vuelto a poner de moda. Yo hace años que soy de pueblo y a mucha honra porque ahí soy feliz y porque aprendí muchos y buenos valores, como la capacidad de trabajar todas las horas que tiene el día, algo que veía cuando los obreros de las fábricas volvían a casa y se ocupaban de las tareas agrícolas o ganaderas. Nunca paraban", reseñó con admiración el modisto.

El alegato del pregonero en favor de la vida rural quedó completo al reseñar que, bajo su punto de vista, "no vale con vivir en el pueblo, si acaso aislado detrás de un seto o un muro". Para Constantino Menéndez, "hay que contribuir a generar comunidad, para ‘ser de pueblo’ no basta vivir en él, hay que ‘estar’ y compartir".

El pregón de Menéndez fue el pistoletazo de salida al Día de Castrillón, con una agenda cargada de actividades. El parque La Libertad fue el epicentro de la convocatoria municipal para una comida popular de convivencia, que resultó mucho menos multitudinaria que la de los años precovid. A destacar la animada presencia de los miembros de la asociación cultural Alborcer, banda de gaitas incluida, que este año celebran sus primeras dos décadas de existencia.

Este año los castrillonenses prefirieron terracear y reservarse para el fin de fiesta, con concierto vespertino del grupo folk "Llan de Cubel", verbena con la orquesta "Panorama" y la actuación de la banda de rock "Revólver", además de fuegos artificiales y la recuperación de los dos actos suspendidos el domingo por lluvia: un espectáculo de magia y la Holi Party, una fiesta musical de origen hindú en el que los asistentes se tiñen de polvos de colores y que goza de especial atractivo para los adolescentes. El pregón, la comida de convivencia y la música pusieron el colofón a cuatro días en los que Castrillón fue el epicentro festivo de la comarca.

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