En esta caja se concentra el fin del verano en la huerta. Es lo que hoy recolecté antes de empezar a limpiar la tierra. Los calabacines son de los últimos, aunque aún hay un par creciendo. Esas plantas no las toqué. Tampoco quité las de los pimientos, pues hay varios colgando. Las que sí arranqué de cuajo fueron las tomateras. Todas en proceso de secarse o afectadas por el mildiu. Salvé unos cuantos tomates, la mayoría verdes que espero que maduren en los próximos días.
Con todo, la cosecha veraniega de este año ha resultado pobre, rara... El año pasado tuve muchos tomates e incluso pude hacer salsa casera en conserva. Este año, imposible. Los pimientos fueron más numerosos frente a la docena como mucho que recolectaré ahora. Por no hablar de las lechugas, ino logre ni una! Todas espigaron después de no crecer. Y las fresas... Menudo desastre. A principios de verano coseché unas pocas y ninguna más. Quizás ha sido la temporada que menos tiempo dediqué a la huerta desde que comencé con ella en 2012, pero aún así no se justifica la pobreza de la cosecha. Cosas del tiempo, supongo.