Hay domingos de dolor que mejor es no salir de la cama, y hoy es uno de ellos para los socialistas. Amaneció el dÃa con encuestas fúnebres que los retrotraen al año 1978, al peor resultado electoral de su historia.
Hasta el marchito Almunia puede sacar pecho frente a Rubalcaba, pues, según los augures, el exministro del Interior sólo se llevarÃa al buche a 112 diputados frente a los 125 que consiguió el ahora comisario europeo en 2000. Asà y todo, dimitió como secretario general abrumado por la derrota.
Ni ese consuelo le queda a Rubalcaba, que no es nada en el organigrama del partido. Su única salida serÃa convocar un congreso federal para hablar, entre otros asuntos, de la falta de enfoque socialdemócrata a la crisis económica, que es en esencia lo que arrastra a Rubalcaba a las profundidades abisales.
Para los que aún tengan alguna duda, que miren la subida de IU con los desencantados con el socialismo de última hora de Zapatero. Las encuestas sólo son encuestas, pero harÃa falta un milagro de envergadura inabarcable. Y del PP no hablo, va de obeso a estallar.