Este caluroso verano, con la recuperación económica que se disfruta tranquilamente, pienso pasarlo a la fresca para no sufrir golpes de calor ni golpearse uno contra la pared por culpa de algún ataque de nervios. Ahora mismo no sufro ninguna clase de calentura y me siento muy aireado. Así que he ahí unas estupendas vacaciones…
Todo consiste en poner en marcha algunas cosas para que el veraneo funcione sin problemas. Lo más importante es no ponerse bajo el sol y no realizar muchos esfuerzos. Vivo aventuras sin salir de casa. Viajo sin equipaje y sin la sofocante necesidad de ir a un sitio u otro.
Como la hamaca ya está inventada, no es preciso inventarla otra vez. Me tumbo a la sombra y asunto arreglado. Es barata y no necesita ningún cable de conexión.
Un libro me cuenta historias… Suenan canciones en la radio y me informo de las maniobras de cada día. Hago terapia ocupacional para divertirme mejor y abanicarme un poco. Cuestión de doblar, doblar y doblar un papel, y el abanico te airea estupendamente.
Refrescarse es imprescindible. Dejo de estar tumbado y me siento. Cumplo con la antigua tradición del botijo, que lo inventó un hombre que tenía mucha sed, y empino el codo. Introduzco los pies en un barreño y seguidamente vuelvo a tumbarme. Pienso, luego existo e insisto.
Leo páginas. Y la música me estimula. Las noticias suelen acalorarme, por lo que he decidido no escucharlas y evitar posibles sofocos. Disculpen. Voy a echar un trago. Gracias a la recuperación económica, estoy pasando unas vacaciones estupendas...
Pinchen estos enlaces de cine https://youtu.be/WBuzqqiTMt4 https://youtu.be/Hdz7RHlXgDY