Todavía quedan días para celebrar Halloween, la fiesta de origen celta más internacional del mundo, y las búsquedas de ideas para llevar acabo en la Noche de Brujas ya han dado comienzo. La repostería con temática de Halloween es una tendencia al alza, sobre todo en esta época, y la oferta de ideas que nos vienen del mundo anglosajón tan amplias que, en ocasiones, es difícil elegir.

Los 'bundt cake', tan populares en la década de los 50' y los 60' en Estados Unidos y que tan buena acogida tienen entre algunas blogueras reposteras influyentes como Bea Roque o Alma Obregón, son la opción perfecta para deleitar a los más pequeños -y no tan pequeños- en la Noche de Brujas. Y más aún si éstos pueden disfrutar poniendo color, sabor y un poco de azúcar a este clásico acorde con la festividad.

El naranja, el morado y el negro son los protagonistas absolutos del Halloween Rainbow Party Bundt Cake, una receta de Cooking With Sugar que arrasó en visitas en YouTube y que rescatamos por estas fechas para poner un toque terroríficamente delicioso a vuestras cocinas. Atentos

¿Qué ingredientes necesito?

1 caja de Betty Crocker SuperMoist Cake Mix blanco (más los ingredientes que pida la caja)

1 caja de Betty Crocker SuperMoist Cake Mix de chocolate negro (más los ingredientes que pida la caja)

Colorante de alimentos negro

Colorante de alimentos morado

Colorante de alimentos naranja

1 bote de 350gr. De Betty Crocker Whipped Fluffy White Frosting

(Todos ellos de venta en grandes supermercados o en tiendas de repostería americana especializadas).

¿Cómo se hace?

Precalentar el horno a 160º. Untar generosamente el molde del bundt cake con mantequilla.

Seguir las instrucciones del preparado de ambos bizcochos de Betty Crocker. A continuación, dividir la mezcla del bizcocho blanco en dos recipientes distintos. A cada recipiente le añadiremos un color distinto: en uno pondremos colorante morado y en otro colorante naranja y echaremos tanta cantidad como creamos necesaria, teniendo en cuenta que al hornear siempre se pierde un poco.

Con el bizcocho de chocolate negro, apartaremos 2/3 de la mezcla en un bol y echaremos unas gotas de colorante alimenticio negro. El resto de la masa no será necesaria (se puede reutilizar para hacer cupcakes, por ejemplo).

Vertemos parte de 2/3 de mezcla de chocolate negro en el fondo del molde previamente engrasado. A continuación, vierte con cuidado la mezcla de bizcocho blanco que teñimos de morado. ¡No lo remuevas! Hay que intentar que se quede en la capa superior. Repetimos el proceso con la mezcla naranja (con cuidado, de nuevo) y, por último, vertemos la otra parte de esos 2/3 de la mezcla de chocolate negro.

Hornear según las instrucciones del fabricante o hasta que al introducir un palillo en el centro salga limpio. Enfriar 5 minutos antes de desmoldar y esperar 30 minutos más para que se atempere.

Una vez frío el bizcocho se puede empezar a decorar.

Para ello, seguiremos las instrucciones del bote de glaseado de Betty Crocker y dividiremos el glaseado en 3 tazones para teñirlo de los 3 colores distintos. Llevar al microondas cada tazón para derretir el glaseado y poder echarlo por encima del bizcocho con una cuchara hasta cubrirlo todo. Y ya estaría listo.