Sujeto por dos de sus compañeros el agente se prepara para recibir la descarga. Su rostro se contrae de dolor y su cuerpo se agarrota. Tras cinco segundos de descarga, su cuerpo se relaja y se levanta por su propio pie.

Lo ha probado en su propia piel en pleno debate sobre el uso de las táser, aunque de forma controlada. ¿Qué ocurriría en un situación de estrés y con un detenido con problemas cardíacos como Juan Andrés Benítez? Por eso no se permite utilizarlo contra niños, embarazadas y ancianos.

Pero hay colectivos que consideran demostrado que en determinadas personas la descarga puede ser mortal. Los sindicatos defienden que sólo se usaría en casos extremos y toda la actuación quedaría grabada con la cámara que incorpora la táser.