Oviedo, Marco RODRÍGUEZ

Él mismo se autodefine como un loco por la bicicleta. Cuando con cinco años se montó en una bicicleta de montaña ya no hubo otro deporte para Borja Rubí Alarma, un ovetense de 21 años estudiante de Administración y Dirección de Empresas. También era joven cuando comenzó a competir y pronto probó, con éxito igualmente, en el ciclocross.

En la actualidad Borja se encuentra en un gran momento, pues en la última Gala de la Federación Asturiana de Ciclismo recogió el galardón de campeón de Asturias, el título de la Challenge sub-23 y el de mejor sub-23 del año en ciclocross. Bajo los colores del Danima-Mazda ya vuelve a la carga en su mountain bike, a la que mima casi tanto como a su novia, con el objetivo de preparar las pruebas del calendario de ciclocross. Un gran deportista y un ejemplo de organización.

-Supongo que guardará un recuerdo inolvidable de la temporada 2006.

-La verdad es que salieron las cosas muy bien en el capítulo de resultados, pero de todos los años se aprende algo, y sobre todo yo disfruto sobre la bicicleta.

-¿Correr en el Danima es una ventaja?

-Sin duda. Somos el Real Madrid de la especialidad; además, vestimos de blanco también. En serio, es una gran experiencia correr en este equipo con gente tan buena y en el que sólo te debes preocupar de llevar la bicicleta y correr. De todo lo demás se encargan ellos, y eso en nuestra especialidad es un lujo.

-¿Cómo es el nivel en Asturias?

-El de los ciclistas asturianos, muy alto, pero además el calendario de ciclocross es muy potente y habitualmente tienes aquí compitiendo a gente del nivel de David Seco, Isaac Suárez o Unai Yus. Son deportistas profesionales que compiten en la Copa del Mundo, y con opciones. Quedar entre los diez primeros en una prueba de Asturias está durísimo.

-¿Cuál será su objetivo concreto en 2007?

-Competir en una prueba de la Copa del Mundo de Bélgica con Danima, a modo de experiencia. Además, quiero mejorar el puesto 18.º que hice en el Campeonato de España.

-¿Cómo se organiza para que le dé tiempo a todo?

-Las mañanas, hasta las dos y media, las tengo ocupadas entre la Universidad y la academia. Cuando llego a casa, como y salgo con la bicicleta hasta las siete y media. Depende de la época del año, hago series o trabajo el fondo. Lo que no hago mucho es gimnasio, porque me aburre un poco. Alguna pesa en casa y poco más. A las ocho y media recojo a mi novia y el día termina estudiando, que también hay que estudiar.

-¿Qué dice su entorno acerca de su pasión?

-Están encantados porque saben eso, que me apasiona. Mis vecinos, mi familia y mis amigos me animan mucho. Eso sí, mis amigos no entienden que gaste tanto dinero en la bicicleta, pero ellos lo gastan en el coche.

-¿Tantos son los gastos?

-En las carreras, cuando viajas y vas a hoteles, todo lo cubre Danima; en la bicicleta, sí. Yo me gasto unos 4.000 euros al año. Reconozco que me obsesiona llevar la bicicleta totalmente a punto. Soy muy estricto con el peso. Le pongo siempre lo último que salga con el objetivo de aligerarla.

-¿Por qué ciclismo?

-Es un deporte único, que te enseña a sufrir; es una forma de vida. Gracias a practicar ciclismo yo puedo estar diez horas seguidas estudiando y concentrado. Además, el ambiente que se vive en las carreras es espectacular. Tanto el cariño que te trasmite el público, que entiende muy bien el esfuerzo, como el compañerismo entre los corredores, yo no los he visto en otro deporte.

-¿No le importa su mala fama?

-En absoluto. Los que estamos dentro sabemos lo que hay. Eso es por cierta gente que no ama el deporte ni sabe qué significa montarse en una bici. Ganes o pierdas, el espíritu que se vive es muy sano. Pero también hay mucha gente que lo apoya. El ciclocross, en concreto, cada vez está más en alza.

-¿Le preocupa mucho la dieta?

-Como muchísimo, como una bestia. En temporada estoy en unos 82 kilogramos. Me pierde comer, y para un ciclista quizá sea demasiado peso, pero también me ayuda a estar fuerte. En realidad, para la bici de carretera condiciona, pero en mi modalidad lo que prima es la fuerza. Los grandes campeones, los belgas, tienen mi complexión.

-¿A quién dedica sus éxitos?

-A Dani Alonso, por lo mucho que me apoya y apoya al ciclismo, y a mi entrenador, Domingo. También a Walker, que está haciendo grande esta modalidad. Por supuesto, a mi familia y a mi novia, Cristina, por su comprensión, y a mis patrocinadores, Rotor y Platos Q-Rings. En realidad, a toda la gente que anima en las pruebas y que apoya el ciclocross.