«El Virgen de La Luz sigue siendo la élite del patinaje asturiano»

Ovetense, 31 años, uno de los mejores patinadores españoles de la historia. Así es, a grandes rasgos, José Ramón Rodríguez: todo un lujo para el Virgen de La Luz, club del que es director técnico, y para el deporte avilesino. Desde que, por imitar a sus hermanas, se calzó por primera vez un par de patines a los 4 años, Rodríguez ha bordado un brillante historial. Innumerables veces campeón de España y bronce en el Europeo absoluto de Vigo son sus muescas más profundas. Ahora le toca expandir sus conocimientos en el club en el que eclosionó como patinador de la mano de Rosa Rodríguez, su maestra, a quien suplió hace cuatro años al frente del aparato deportivo del club.

-¿No se cansa del patinaje?

-De momento, no. Esto va por temporadas. A veces surgen dudas, me agobio porque dirijo a un número de críos muy alto o porque hay muchas competiciones, pero pasa enseguida y vuelvo a motivarme.

-Usted demuestra que se puede vivir de un deporte minoritario como el patinaje.

-Sí, claro que se puede, pero hay que tener cierto nivel y mucho morro, que es lo que tengo yo. Aparte del Virgen de La Luz, imparto clases de iniciación en los colegios Santa Teresa de Jesús y Santa María del Naranco de Oviedo, y me da para ir tirando.

-¿Qué es lo que más le atrae de este deporte?

-Sin duda, trabajar con niños. Enseñarles, ver cómo evolucionan. Quizá tenga vocación de maestro. Enseñando me siento muy a gusto.

-¿Lo peor?

-Los temas, digamos, burocráticos. Tratar con los padres, con algunos directivos... Todo lo que no es estrictamente deportivo. En el patinaje, como en la mayoría de deportes, también hay muchas envidias.

-El Virgen de La Luz tiene nueva junta directiva, ¿Qué se puede esperar de ellos?

-Espero que el cambio, evidentemente, sea para mejor, que sirva para que el club progrese, que tire para adelante. Por lo que he visto hasta el momento, han entrado muy motivados, con muchas ganas de trabajar y de hacer cosas para el club. Espero que no sean sólo intenciones. El tiempo dirá.

-¿Hay muchas cosas que cambiar?

-No, en realidad no. Ahora mismo la gente está expectante, en pleno proceso de adaptación a la nueva directiva. Lo que hay que mejorar son las relaciones interpersonales, debemos aunar esfuerzos en beneficio del Virgen de La Luz. En lo deportivo, el objetivo prioritario es aumentar las horas de pista en el polideportivo de La Luz. Una hora más los martes y los jueves no nos vendría nada mal.

-En lo deportivo, el torneo nacional del club demostró que están en buena forma.

-Sí, creo que seguimos siendo la élite del patinaje asturiano. Y eso que me he quedado con muy pocas patinadoras de categoría juvenil o senior, porque la mayoría han optado por pasarse a la modalidad de «show», pero en categorías menores seguimos dando guerra.

-¿Qué objetivos se marca para la presente campaña?

-Iremos paso a paso. Lo primero son los Campeonatos de Asturias. En el infantil intentaremos hacer triplete, oro, plata y bronce. En el cadete sólo participarán dos patinadoras, pero ambas tienen opciones de podio. Luego vendrá el Nacional, pero todavía no me atrevo a aventurar nada. En el resto de categorías los podios estarán complicados, porque ha habido un cambio generacional y las chicas aún no tienen la experiencia necesaria.

-¿Nota estancamiento en la escuela de iniciación o, por el contrario, sigue creciendo?

-Sigue creciendo. De hecho, esta temporada tenemos hasta lista de espera, aunque vamos a empezar a llamar a gente pronto, porque ha habido varias bajas. En total, calculo que habrá unas 30 patinadoras en el grupo de escuela, creo que más que nunca. Seguimos ofertando el patinaje por un montón de colegios de la comarca de Avilés y, de momento, la gente está respondiendo.

-Sin embargo, aún cuesta atraer a los niños a este deporte, ¿demasiados prejuicios?

-Sí. El patinaje sigue siendo un deporte meramente femenino y cuesta mucho convencer a los padres de que los chicos también tienen un lugar en este mundillo. De todas formas, las cosas están cambiando. La Luz ya tienen un patinador de competición, Iyán Méndez, y en el grupo de escuela hay seis. Algo es algo.

-¿Qué hay que hacer para que el patinaje consiga reconocimiento social?

-Sobre todo, más protagonismo en los medios de comunicación. Que se nos vea. El Campeonato del Mundo se celebró este año en Murcia y ninguna televisión importante se dignó trasmitirlo.