Oviedo

Las estaciones invernales de la cordillera Cantábrica abrieron ayer parcialmente sus instalaciones en una nueva jornada marcada por la escasez de nieve. La previsión es similar para el fin de semana, aunque al final, entre el domingo y el lunes, la posible llegada de una ola de frío puede mejorar las condiciones para la práctica de los deportes de invierno.

La densa niebla y la escasez de nieve ponían las condiciones ayer en la estación invernal de Valgrande-Pajares, que tenía en servicio únicamente tres de sus 31 pistas y dos de sus trece remontes. En total, poco más de un kilómetro esquiable con nieve dura en las primeras horas que evolucionó después a primavera con espesores entre quince y cuarenta centímetros.

En San Isidro, la situación era ayer sólo levemente más favorable para los aficionados a los deportes de invierno. Con una temperatura de cuatro grados sobre cero a primera hora de la tarde, la instalación leonesa tenía abiertas ocho pistas y siete remontes, diez kilómetros esquiables con espesores entre veinte y sesenta centímetros de nieve primavera. Para hoy, de nuevo está prevista la apertura parcial de las pistas y remontes de los sectores de Cebolledo, Requejines y Riopinos.

La estación de Leitariegos, mientras tanto, permaneció cerrada durante la jornada de ayer debido a la falta de nieve.

La mejoría de las condiciones podría empezar a darse a partir de mañana o del lunes, toda vez que se apunta como posible la llegada de una ola de frío polar que puede dejar fuertes nevadas en las estaciones de esquí de la cordillera Cantábrica.