Oviedo, Ángel

Fernández Ortega

La ruta comienza en el puerto de San Lorenzo (1.349 metros), adonde se accede por la carretera TE-1, que enlaza los pueblos de La Riera, en Somiedo, con La Plaza, en Teverga. En el alto del puerto existe un aparcamiento y algunos paneles informativos, entre los que sobresale el dedicado al sendero G. R. 101 «Ruta del Camín de La Mesa». El camino señalizado prosigue hacia el Norte tras cruzar la carretera, en cuyas obras recientes se ha descubierto el empedrado del camino que estaba sepultado por el antiguo asfalto. Girando a la izquierda, abordamos la pista de aproximación a Piedra Jueves, que se interna directamente al Sur por las praderas del puerto. Cruzamos al lado del mojón kilométrico XXI, uno de los tantos que jalonan toda la ruta. Después pasaremos al lado de una edificación que se supone es originaria de una las ventas de esta vía.

El camino pasa a ser de hormigón y tras superar el primer repecho llegan las ondulaciones de la ladera norte del pico El Cuervo. Tras girar a la derecha, en un plano menos ascendente, avanzamos bajo la sombra del tupido bosque de hayas, con acebos intercalados. El camino-pista se endereza para traspasar el mojón XIX, coronando la braña de Piedra Jueves. En su entrada se sitúa su fuente y, a la derecha, unas cabañas pastoriles adosadas que ya desde tiempos remotos constituían la Venta de Piedra Jueves (1.541 metros, 2,6 kilómetros en 45 minutos de marcha).

Accedemos a la montaña del Michu desde el pilar indicativo de la braña, doblando a la derecha y siguiendo el rastro del camino que traspasa la collada del Michu hacia el contiguo valle de Saliencia. Una vez en la collada, damos un brusco giro a la izquierda surcando la cumbre de la sierra, que es la divisoria de los dos municipios. Poco a poco va ganando altura por la quebrada sierra hasta presentarnos al pie del vértice geodésico y su buzón montañero (1.765 metros, 5,2 kilómetros en 1 hora y 45 minutos).

En la cima volvemos a contemplar nuevos horizontes geográficos que alcanzan incluso el macizo de Ubiña, el Cornón y la peña Orniz. En la base de su ladera noreste identificamos los extensos pastizales de Piedra Jueves, lugar de tránsito de los antiguos viajeros, por donde discurre el camino real hacia la braña La Mesa y Torrestío. El apreciable camino surca este territorio, que geográficamente se emplaza en el concejo de Teverga, pero que oficialmente son pastizales pertenecientes a los vecinos de La Riera de Somiedo. El camino lo vemos avanzar con altibajos, dejando a su derecha la fuente de Campa del Río y el sendero que se revuelve a la izquierda, por el cauce del río Bayo, en dirección a las brañas de Chamaraxil, Rebechón y Tuiza. Más adelante, y tras una leve remontada, el camino llega a la campa de Xuegu La Bola. Desde el Michu proseguimos recorriendo el resto de la sierra hasta alcanzar el último baluarte, el pico La Fana, singular atalaya sobre el pueblo de Arbeyales, ubicado en la base del mismo.

Desde La Fana retrocedemos unos metros para toparnos con un sendero que desciende plácidamente a la collada de Xuegu La Bola, donde conectamos con el camino real en el mojón XVII. (1.621 metros, 6 kilómetros en 2 horas de marcha). A partir de aquí, el camino traspasa el concejo de Somiedo franqueando el cierre alámbrico. Va escoltado a su izquierda por el cordal de La Mesa, que anuncia su singladura hasta la divisoria con Castilla.

Todo este rosario de montañas da comienzo en el pico Cuernu, por cuyas laderas describe el camino un suave descenso cruzando por la braña La Corra (1.560 metros, 7 kilómetros en 2 horas y 15 minutos). En esta braña se mantiene un buen número de chozas de teito de escoba en buen estado. Aquí abandonamos el camino de Piedra Jueves para atravesar la braña. Bajando unos metros hallaremos la fuente de La Corra, con la mejor agua de la zona, según los lugareños.

Atravesamos una portilla y tomamos el camino, un tanto estrecho, que se arrima al cierre de un prado y por la cabecera de un valle que desemboca en el Fondo la Rastrera. Esta senda baja vertiginosamente hacia la cercana braña de Murias, comunicada por una pista de tierra que cruzamos en sentido horizontal atravesando sus diez payozas, aunque una es de piedra con tejado de uralita. En la pista surge el camino de Arbeyales, que continúa empedrado en un plano muy pendiente hasta llegar a Fondo La Rastrera.

En un embudo natural confluyen los caminos tradicionales de las brañas Murias y Ordiales. También hay una fuente en medio de la encrucijada, por donde los lugareños arrastran los montones de hierba procedente de las brañas de altura. De ahí el topónimo de «Fondón La Rastrera» que designa a todo este circo. Entramos en la Foz de La Güérgola, por donde el camino empedrado y el arroyo discurren entre dos paredones calizos. Las aguas se desploman en cascadas a lo largo de este corto recorrido hasta un lavadero público. Más adelante, por las callejuelas del pueblo seguimos las marcas del sendero P. R. AS-12, alcanzando la entrada del mismo e inicio de la carretera de acceso en el kilómetro 7 de la carretera del valle de Saliencia. (1.000 metros).