Langreo,

V. LLANEZA

El esfuerzo organizativo del Club Deportivo Ochobre ha hecho posible, un año más, que en Sama se hayan batido delante del tablero de ajedrez varios maestros internacionales y muchos de los mejores jugadores asturianos, tanto absolutos como de base, durante el pasado fin de semana.

Las Escuelas Dorado fueron el escenario perfecto para el torneo, que comenzó el sábado por la tarde y concluyó el domingo por la mañana con la brillante victoria del praviano del Universidad de Oviedo Iván González, que se embolsó el primer premio (600 euros). Enorme estuvo el simpático joven ex campeón de Asturias, que superó a la durísima competencia realizando una espléndida segunda jornada en la matinal dominical. Se disputaron ocho rondas, con partidas a un ritmo de quince minutos por jugador, sin margen de error, esto es, ajedrez activo.

Tras el sábado dominaba uno de los máximos favoritos, el letón Ilmars Starostits (MI, 2499 de elo internacional), que sumaba quince puntos, tras haberse impuesto en los cinco juegos disputados. Sin embargo, Iván González (MF, 2412) cerró la prueba imponiéndose al «ranking» 2 Aleksa Strikovic (GM, 2530, Serbia) y al propio Starostits, para firmar 19 puntos y la primera posición en solitario, buen sprint final y justo vencedor.

Muy fino estuvo también el ovetense Mario Olea (MF, 2205), quien se aupó hasta la segunda plaza con 18 puntos tras triunfar en las tres últimas partidas. Ya con 17 quedaron Starostits, el gran maestro Gabriel del Río (2499) y Luis Javier Bernal (MI, 2435), lo que refleja a las claras el altísimo nivel de la competición. Strikovic concluyó sexto y el número 1, el azerí Azer Mirzoev (GM, 2543), se vio relegado, contra todo pronóstico, hasta la décima posición. Doble éxito, por tanto, el de la organización, por regalarles a los aficionados un campeonato muy atractivo con estrellas internacionales, y, cómo no, el del ajedrez asturiano, que ha estado a la altura, copando la zona alta de la tabla con el protagonismo del campeón, Tomatillo, y de Olea. Muy buen ambiente y gran deportividad entre los treinta jugadores. Ochobre ya prepara con esmero la siguiente edición.