La Morgal (Llanera), C. C.

Por octavo año consecutivo, la Asociación de Ultraligeristas del Principado de Asturias (Aupa), convocó en el Aeródromo de La Morgal a un gran número de aficionados y practicantes de los deportes aéreos que acudieron a su ya clásica jornada de puertas abiertas.

El lugar elegido no fue otro que las instalaciones de La Morgal, gestionadas por la Dirección General de Deportes del Principado de Asturias, entidad colaboradora de esta jornada junto al Ayuntamiento de Llanera y Cajastur.

Desde primera hora de la mañanase pudo disfrutar de las distintas modalidades de deportes aéreos que se practican en Asturias. La primera aeronave en surcar los cielos fue el globo aerostático de Cajastur. El inmenso balón rojo y blanco, se encargó de dar los primeros «bautismos aéreos» al público, en su mayoría pequeños aficionados que, a pesar de las reticencias de algunos de sus padres, consiguieron su primer vuelo.

En la plataforma y en el interior del inmenso hangar se podían ver expuestas aeronaves como avionetas, ultraligeros y helicópteros, además de una muestra estática de aeromodelos y tres simuladores de vuelo que hicieron las delicias de los más pequeños aviadores. Simultáneamente, los integrantes del club de paramotores «Viento n`Cola» de la localidad de Illas, sobrevolaban la zona con su llamativos parapentes impulsados por un pequeño motor que colgaba de sus espaldas, no sin cierta dificultad para el despegue, debido a la falta de viento.

Durante la jornada el club de Aeromodelistas «El Ferre» realizó también una impecable exhibición de vuelo acrobático en la misma plataforma del hangar y aprovecharon la cita para reivindicar, un año más, una pista de vuelo de aeromodelos en Asturias, ya que las instalaciones actuales son precarias y se encuentran dispersas en en Principado.

Los siguientes en actuar fueron los ultraligeros y avionetas de La Morgal, los cuales realizaron un «carrusel», mostrando al público su capacidad de vuelo. Además, miembros del AUPA, estuvieron durante toda la mañana realizando «bautismos de vuelo» a todo el público que tuviera la inquietud de volar en estas simples, pero a la vez seguras, aeronaves. Entre estos pilotos destacaba la presencia de la primera piloto de ultraligeros asturiana, Inmaculada Sánchez, estudiante de Ingeniería Naval y gran apasionada de la aviación, una pasión heredada probablemente de su padre, también piloto de ultraligero.

Para finalizar, y como plato fuerte de las actividades previstas, un nutrido grupo de los Bomberos de Asturias realizaron un impecable exhibición de las características de vuelo de su nuevo helicóptero bi turbina medicalizado, así como una improvisada demostración de rescate, en la que tanto el médico como el rescatador se descolgaron con la grúa del helicóptero para, posteriormente, izar a un supuesto accidentado y evacuarlo con la rapidez y precisión de la que hace gala este equipo de profesionales.

Un año más, la Asociación de Ultraligeristas del Principado de Asturias superó sus expectativas organizativas y de afluencia de público, logrando su intención de transmitir al público la afición por los deportes aéreos que se practican en la región.