Carrió,

Braulio FERNÁNDEZ

La situación que viven los vecinos de la parroquia carreñense de Carrió preocupa a buena parte del concejo, además de a los propios afectados de un núcleo poblacional absorbido con el paso de los años por la industria pesada y contaminante. Tal es así, que varios representantes de colectivos vecinales de diferentes parroquias se han mostrado muy preocupados por la incidencia que tendrá en el futuro en el concejo el realojo de la población de Carrió, si esto sirve para que la zona industrial sea ampliada, al no oponerse ya las viviendas a su expansión.

Carrió es una parroquia de unos trescientos habitantes del concejo de Carreño, uno de los de mayor suelo industrial por habitante de toda Asturias, afectada por el impacto contaminante del área industrial de Aboño, cuyos principales focos son la Central Térmica de Aboño (Carrió), el parque de carbones y minerales, el tráfico de camiones para la ampliación del Puerto de Gijón, el tren de Arcelor-Mittal o la subestación eléctrica en las inmediaciones del barrio de Otero.

Los vecinos han alertado sobre la posibilidad de que los terrenos de Carrió que ahora albergan a esta población, sean «recalificados» en el futuro como suelo industrial, permitiendo de ese modo la expansión de los usos industriales, con lo que el problema, en lugar de solucionarse con el abandono de los residentes de la zona, se agravaría, al afectar a las poblaciones contiguas. «El realojo de los vecinos no puede significar poner más suelo para que la industria avance», ha explicado Luis Fernández, presidente de la Asociación de Vecinos de Candás. El colectivo candasín incluyó el pasado jueves el tema del realojo de Carrió en el encuentro con políticos que se celebró en el teatro Prendes.

Máxima importancia

Para Fernández, es un aspecto de «máxima importancia» que los dirigentes aclaren si recalificar los terrenos de Carrió para un futuro uso industrial está entre las opciones. La recalificación de terrenos fue descrita por los dirigentes como una de las opciones para costear el realojo de Carrió.

«Nos preocupa que el Ayuntamiento plantee la recalificación como una de las opciones para financiar el realojo», dijo Fernández, quien defiende «crear un cinturón de seguridad, una zona verde que limite la expansión industrial». Esta idea ya fue planteada por los dirigentes políticos.

En ese mismo sentido se han expresado desde la Asociación de Vecinos de Xivares, en la parroquia de Albandi, contigua a la de Carrió. Su portavoz, Javier Rubio, dijo que «en caso de realojo, y en el supuesto de que lo quieran todos los vecinos, debe ser para que esos terrenos se conviertan en una frontera con la industria». Desde la Asociación de Vecinos de Perlora se recordó que la financiación del realojo corresponde a las empresas y nunca las administraciones, ya que el dinero público no puede ir para algo que estropearon las industrias. «Ellas tienen la obligación», dijo.