Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

Las obras para la construcción del paso peatonal bajo tierra que unirá las calles candasinas de Promadonga y Covadonga con el aparcamiento municipal de El Molín se encuentran ya en en su fase definitiva. El paso subterráneo abrirá, a más tardar, a finales del mes de junio. Sólo queda pendiente que la tuneladora ejecute un paso subterráneo que discurrirá bajo las vías del tren y que unirá los dos viales.

Ayer, dos camiones de transporte y una grúa pluma depositaron junto al apeadero de Feve cuatro piezas de hormigón de 3,80 metros de ancho por 3,80 de largo. Estas piezas actuarán como muro de contención y soportarán la fuerza lateral y superior del paso, que discurrirá por el interior de estas estructuras. La obra comenzó hace dos semanas y tiene un plazo de ejecución de tres meses. Y su objetivo es acercar el aparcamiento de El Molín al centro urbano de la villa, dos zonas que hasta ahora se encuentran separadas por las vías del tren, aunque disponen de dos accesos. Éstos son: uno, a través del parque de Santarúa y otro, por las inmediaciones de La Matiella.

La ejecución del proyecto es compleja, ya que, por exigencias de Feve, la obra tendrá que realizarse mediante la perforación con tuneladora por debajo de los raíles, para evitar, de esta manera, cortar el paso al ferrocarril.

El paso interior, una vez quede abierto al público, tendrá unas medidas de tres por tres metros, lo que permitirá un acceso amplio a los peatones desde el aparcamiento al centro de Candás.

Velocidad

Con la nueva infraestructura, la velocidad máxima que podrán alcanzar los trenes que pasen por encima del acceso subterráneo se reducirá hasta los de 30 kilómetros por hora, aunque este límite de velocidad sólo afectará a los transportes de mercancías.

Las obras para este acceso peatonal cuentan con un presupuesto de 191.450 euros y están siendo llevadas a cabo por la empresa Tecsa Empresa Constructora, S. A. Si los plazos se cumplen, el nuevo acceso podrá comenzar a ser utilizado a finales de julio.

Con esta obra, el aparcamiento de El Molín, que fue construido a finales de la década de los noventa y que supone una de las mayores áreas de estacionamiento de Candás, quedará comunicado con el casco urbano a través del vial Fernández Ladreda.

Éste era uno de los accesos más demandados por los vecinos de la capital del concejo de Carreño.