Permítaseme desde mi condición de humilde ciudadano expresar mi opinión relativa a la cadena COPE, ya que desde hace un tiempo he venido observando cómo se la critica desfavorablemente, y, a mi modesto entender, me parece que los profesionales que en ella trabajan son de gran talla.

Los medios de comunicación están para informar correctamente y con total veracidad de las noticias que se suceden en España y en otros lugares del mundo. Nadie puede estar seguro al cien por ciento de ser el dueño de la verdad, pero afirmo que don Federico, doña Cristina y don César Vidal son profesionales con unas cualidades extraordinarias. Realizan críticas a los fiscales, al fiscal general del Estado, a los magistrados, al Gobierno, a la oposición y a todos lo que incurran en mentiras y calumnias, comentarios que sin duda deben estar basados en la realidad. Son formidables y valientes. La verdad y la razón han de prevalecer en este Estado democrático. La libertad de expresión es un derecho que hemos de utilizar cuantas veces sea necesario, y la verdad no ha de tener límites.

En la cadena COPE se han celebrado tertulias magistrales repletas de información, también ha acudido en numerosas ocasiones gente muy relevante y de muy reconocido prestigio, directores de prensa, periodistas fabulosos, gente gracias a cuyas manifestaciones se han sacado a la luz asuntos cruciales. Igualmente han ido catedráticos de virtudes envidiables y con una talla humana fuera de lugar. He de dejar constancia de mi admiración respecto a los medios de comunicación, pues un país ha de estar informado de todo, tanto de lo bueno como de lo malo. Y por ello peticiono encarecidamente no se clausure ninguna cadena radiofónica, pues no desearía se nos privara a los españoles de escuchar aquello que estimáramos por conveniente.

Enrique Viejo García

Mieres