Insierto (Mieres),

David MONTAÑÉS

A San Cosme y San Damián les tocó ayer mojarse. La gran romería de los Mártires no brilló como en años precedentes, y las nubes empañaron, en buena parte, el desarrollo de la celebración. Aun así, varios centenares de personas desafiaron el primer frío otoñal y se desplazaron hasta Insierto para rendir honores a los santos, disfrutando de un día de sidra y empanada. La intermitente lluvia mañanera dio una tregua por la tarde, y el valle de Cuna y Cenera logró tener un fin de fiesta apacible. El pasado año la multitudinaria jira reunió, según los recuentos más optimistas, a unas 10.000 personas. En esta ocasión fueron entre 1.000 y 2.000 los romeros que comieron en este emblemático paraje.

El director de Festejos del Ayuntamiento de Mieres, Rufino del Barrio, destacó ayer que en los once años que lleva como responsable de esta área «es la primera vez que llueve en los Mártires, si exceptuamos un par de veces que cayeron unas gotas ya por la noche». La romería mierense rompió ayer una larga racha de buen tiempo, pero, aun así, la celebración se resistió a hincar la rodilla. El popular Siro, presidente de la Asociación de Vecinos de Insierto, destacó a media tarde la buena respuesta de los mierenses. «Sin duda, hay mucha menos gente que en otras ediciones, pero, viendo cómo estaba el tiempo por la mañana, pensamos que podía ser peor».

El programa de actos de los Mártires se desarrolló más o menos con normalidad. La misa principal, celebrada al mediodía, fue seguida por muchos fieles. El vicario Fernando Llenín definió el santuario de Insierto como «centro espiritual de la comarca». Al término de la homilía se sacó a los santos de procesión, momento en el que descargó una pequeña tormenta. San Cosme y San Damián aguantaron el aguacero desprotegidos, solidarizándose con sus fieles. A última hora de la mañana y poco antes de sentarse a comer, se celebró la puya$27l ramu. Javier Valdés subastó los panes de escanda, llegados de Xomezana (Lena), cuyo precio osciló entre los 20 y los 30 euros. El concurso de bailes regionales puso fin a la mañana.

Por la tarde, el programa se concentró en la carpa festiva. El festival de tonada, presentado por José Manuel García, congregó a muchos aficionados, con El Ché de Cabaños, Rosario González, Tamara López y María Sánchez. Los Mártires cantaron ayer bajo la lluvia.